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| Portada de El Cinematógrafo correspondiente al número dedicado a Charles Chaplin de 1990. El diseño y la ilustración fue realizado por el artista plástico Ramon Siverio. |
Estimados Amigos
Hoy le obsequiamos el siguiente cuento de José Ángel Macho dedicado al gran Charlot. Este texto fue publicado en 1990 en El Cinematógrafo, órgano divulgativo del Cine club Ingeniería de la Universidad de Carabobo.
Esperamos disfruten del texto.
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El lago estaba quieto y el viejo observaba su reflejo en las aguas. Ya no tenía los sueños ni las energías de antes, los tonos de la nieve comenzaban a aclarar su famoso bigote y se preguntaba que había logrado en su vida. Si era suficiente con observar el rostro sonriente de los espectadores al otro lado de pantalla, rostros que no le dieron una palabra de aliento, solo le devolvían sonrisas.
Y se le aparecía, como en una de sus propias películas, el senador Mc Carthy conversando animadamente con Stalin y Mao Tse Tung. Mientras él, transformado en sátiro, correteaba cámara en mano, unas preciosas jovencitas ante la mirada escandalizada de unas señoras del Salvation Army.
Y es que el gélido clima de Ginebra lograba difuminar todas las antiguas heridas. Haciendo que estas adquiriesen un nuevo carácter o tal vez era la certeza de que la muerte apuraba sus pasos y estaba por alcanzarlo. Pues ella no tenía la torpeza de aquellos policías de la Keystone que jamás lograron atraparlo, esta vez quien tropezaba y caía escandalosamente era él, seguramente era debido a los grandes zapatos que ahora comenzaban a pesarle.
Mientras así pensaba, el viejo se levantó e iba caminando por la orilla del lago que ya no reflejaba su imagen, solamente un bastón flotaba sobre las aguas…
José Macho
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Entrada actualizada el 07 de agosto de 2022
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