miércoles, 8 de septiembre de 2021

El machismo literario.

 

Aquí un reto para nuestros lectores: Identifiquen a las autoras. Imagen tomada de The Dailycav.





Leer una buena historia es una experiencia que como lectores nos impronta de agradecimiento. Sin embargo, no siempre estamos conscientes del difícil camino que tuvo que recorrer el libro para llegar finalmente a nuestras manos.

Me resulta casi imposible imaginar mi biblioteca sin libros de escritoras. Mujeres que además de enseñarnos su manera de entender al mundo y relacionarse con él, nos han inspirado con esa gracia que les otorga un lugar unique en la literatura. Mujeres cuya dedicación fue más allá del propio oficio de escribir y emprendieron, con un esfuerzo titánico, su propia pugna contra los prejuicios machistas en el mundo literario.

Las voces femeninas en la escritura tuvieron que aprender a romper olas para salir a la superficie y lograr el reconocimiento de editoriales, aspirar a premios e incluso su presencia en instituciones académicas tan definitivas como, por ejemplo, La Real Academia Española. (RAE).

Para la mayor parte de la historia, Anónimo era una mujer, decía Virginia Woolf.

Y no le faltó razón porque existe una creencia, que se convirtió en cultura, que dicta que la mujer debe permanecer a la sombra de los escritores, como si el talento fuera un don que solo les pertenece a los hombres. Sin embargo, también hay que aplaudir la infinita tenacidad de la mujer al crear una suerte de urdimbre que va hilando las plumas femeninas para que salgan a la luz sin que se vean obligadas a recurrir al uso de seudónimos, con nombres masculinos, como muchas escritoras lo hicieron en el pasado con la intención de que sus manuscritos despertaran el interés de las casas editoriales.

La imaginación, que es el gran artífice en el arte de contar, es una palabra femenina. Pareciera una paradoja, pero nada es gratuito porque parte fundamental de la esencia femenina es dar a luz y es la mujer la que decide a la orden de qué pone su condición creadora.

En la historia quedó el testimonio de muchas mujeres que se sirvieron del arte de crear relatos para transmitir sabiduría, tradiciones y cultura a su clan.

Es un desiderátum que la presencia literaria de la mujer no se convierta en otra ficción, todo lo contrario, que siga ensanchando espacios con su fuerza creativa, las casas editoriales se nutran más y más del talento femenino, y los lectores tengan mayores libertades de elegir sus lecturas.

Sandy Juhasz






Sandy Juhasz (Caracas). Estudió letras en la Ucab, marketing en la École de Marcel Proust, París. Se ha desempeñado como directora creativa en la industria publicitaria. Actriz, guionista y productora de programas de radio y TV. Promotora de eventos culturales. Autora del blog Historias que nunca me contaron, donde ha publicado una serie de cuentos  del libro La corteza no basta. Tallerista de Edda Armas y Armando Rojas Guardia. Autora del libro Venezuela desde un azul intenso. Su poesía  esta presente en en el libro 102 poetas. Jamming (OT Editores, 2014).



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