- 'Necesidad de libertad' es un desahogo literario tras llegar a Nueva York
- El escritor cubano critica con dureza el apoyo de célebres autores al régimen
- Además, narra la represión y el maltrato a escritores como José Lezama Lima
- El volumen sólo se había publicado en Miami; ahora lo edita Point de Lunettes
martes 29/05/2012
Tiene algo de ajuste de cuentas. Contra los represores. Contra los indiferentes. Contra los intelectuales cómplices y contra Fidel Castro, claro. "Por primera vez soy un hombre libre, por lo tanto, por primera vez existo. Mi vida hasta ahora ha transcurrido entre dos dictaduras; primero la de Batista; luego la dictadura comunista. Precisamente por estar por primera vez en un país libre puedo hablar..."
Quien lee este texto en un atril de la Universidad de Columbia es Reinaldo Arenas (Holguín, Cuba, 1943- Nueva York, EEUU, 1990), que llegó a ser considerado por el régimen cubano como un "peligro social", lo que no dice nada acerca de él, sino de la sociedad que lo etiquetó de peligroso. Pasó dos años en la cárcel. Logró salir de Cuba en una embarcación en el éxodo de El Mariel, en 1980.
Precisamente, tras este episodio vital, arranca 'Necesidad de libertad', libro enérgico y misceláneo -mezcla ensayo, poesía, cartas, recortes de prensa...- que ahora ve por primera vez la luz en Europa en la editorial sevillana Point de Lunettes tras su publicación en 2001 en Miami. En este volumen, Arenas reivindica su libertad recién conquistada y denuncia con desparpajo los abusos de la dictadura de Castro.
Desahogo literario
El autor de 'Celestino antes del alba' expone la persecución sufrida por escritores e intelectuales. Denuncia que a Lezama Lima se le dejó morir, sin recibir atención, en un hospital; Marta Vignier se quitó la vida, y otros como Jorge Valls y Armando Valladares perdieron la vida en la cárcel. "Los demás –anota– pasamos al campo del cinismo, del silencio o de la cobardía". Él mismo confiesa que en las celdas de la Seguridad Nacional firmó "cuanto papel se me puso ante los ojos".
'Necesidad de libertad' es también un desahogo literario. Porque Reinaldo Arenas arremete aquí con dureza contra los escritores partidarios del régimen de Fidel Castro que viven "libres y fuera de la isla". "Este libro cuenta aspectos y anécdotas de escritores famosos que no están todavía, y a lo mejor no están nunca, en los libros de literatura hispanoamericana", explican desde el sello Point de Lunettes, que también ha editado otros títulos del cubano como el relato 'Sobre los astros' y las 'Cartas a Margarita y Jorge Camacho'.
"Veíamos a escritores verdaderamente libres haciendo también el juego a aquella infamia", expone Reinaldo Arenas, quien a veces utiliza la fina ironía, como en la 'Orden de rompimiento de amistad'’dirigida a Nicolas Guillén: "De acuerdo con el balance de liquidación de amistad que cada fin de año realizo –balance que se rige por rigurosas constataciones– le comunico que usted ha engrosado la lista del mismo. Por lo tanto, desde el momento en que expido este documento queda usted desvinculado, en forma definitiva, de todos mis afectos".
Apología del totalitarismo
En otras ocasiones, Arenas no ahorra calificativos para juzgar la actitud de autores consagradísimos como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar o Ernesto Cardenal, el último ganador del premio Reina Sofía de poesía. Al Nobel colombiano le dedica todo un capítulo (titulado, muy gráficamente: "Gabriel García Márquez, ¿esbirro o es burro?"), donde le reprocha que haga "apología del totalitarismo comunista que convierte a los intelectuales en gendarmes y a los gendarmes en criminales".
En su texto, Reinaldo Arenas le recuerda al autor de 'Cien años de soledad' algunas "contradicciones". "Me pregunto -expone-–si no es extremadamente cínico que García Márquez, quien hace incesantes apologías a la revolución cubana’ y a su desarrollo cultural y humano, viva sin embargo en París y México, tenga un hijo estudiando en la Universidad de Harvard, y otro aprende a tocar el violín en Francia. ¿No invalida esta actitud real la retórica poscastrista del acaudalado señor que la emite?..."
Reinaldo Arenas, fotografiado en Nueva York en 1982 por el pintor Jorge Camacho. |
Tampoco es clemente con Julio Cortázar, "convertido -expone el autor de 'Un plebiscito a Fidel Castro'- al castrismo desde los lujosos hoteles cubanos que el capitalismo había construido y con residencia y estatus en París; a Ernesto Cardenal, tan mediocre e hipócrita como su supuesta doctrina religiosa, que ni siquiera práctica (...) A ellos el cinismo se le convertía en cuantiosas recompensas (...) De esa manera llegó Cortázar a best-seller, Cardenal a ministro..."
Estremecedor. García Márquez fue un gran escritor, pero un izquierdoso hipócrita como todos los izquierdosos.
ResponderEliminarGracias por publicar esto para ver si alguien con la mente cerrada puede abrirla. Estamos en una época muy difícil y de fanatismo populista y antidemocrático. No me siento optimista.
Saludos cordiales.
Gracias por lectura y comentario Marta Alicia Pereyra Buffaz. Bienvenida al blog.
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