Mario Vargas Llosa. Fotografía de Vasco Szinetar. |
Hoy tenemos el agrado de compartir con ustedes esta entrevista que el escritor venezolano José Pulido le hizo a Mario Vargas Llosa en 1982.
Disfruten de la entrevista.
*******
Mario Vargas Llosa: “El socialismo en libertad parece cada vez más remoto”...
Una entrevista de José Pulido.
Mario Vargas Llosa, un escritor
siempre vigente y activo
SIENTO UN
ANGUSTIOSO VACIO CUANDO TERMINO UNA NOVELA.
José Pulido
Una bala pasó
cerca de la cara de Mario Vargas Llosa, quien se lanzó al suelo exactamente en
medio del estruendo de la guerra de Canudos. El cabello liso se le fue a la
frente cuando levantó la cabeza y vio cómo los cangaceiros y unas mujeres
descalzas disparaban, cargaban las armas, corrían, gritaban, contra un bosque
de soldados que se hincaba y disparaba, se levantaba y disparaba, se lanzaba a
tierra y disparaba.
Mario Vargas
Llosa en la ráfaga de un salto observó a Joao Abade y más allá en una trinchera
a una mujer delgadísima que casi cargaba a cuestas con un hombre de lentes
rotos; entre una maraña de heridos, muertos y gente en retroceso vio un lomo
que andaba, una melena sucia que se escondía tras los montones de cadáveres:
“es el León de Natuba “, pensó Mario. Sintió húmedas las manos y al vérselas se
percató de que a su lado se desangraba un caballo.
Única fotografía de Antonio Conselheiro, tras su muerte en 1897. |
—¿Cómo dice?—
preguntó Vargas Llosa mirando con fruición casi infantil las plantas
ornamentales goteadas de lluvia del hotel Tamanaco.
El hotel Tamanaco. |
—¿Cuál ha sido
el cambio más importante registrado en su estilo de escribir La guerra del fin del mundo? —esa fue la
pregunta.
—Para mí, el
hecho de escribir una novela con personajes brasileños del siglo XIX, que no
eran de esta época, significó algo distinto en relación con mis otras novelas…
no sólo eran personajes de otra época sino que hablaban un portugués del siglo
XIX. Es un libro despersonalizado, los otros surgieron en base a experiencias
directas, éste no. Hay cosas personales que ni yo mismo capto, pero no en el
plano anécdotico. El viaje en el tiempo, el espacio y lo concerniente a la
lengua fueron tres desafíos que desconocía hasta ahora. La guerra del fin del mundo es una novela que me costó empezar y me
dio un trabajo enorme, pero me resultó más exaltante, más emocionante. Era algo
que quería escribir: la historia de Canudos me fascinó.
—¿Investiga
mucho antes de escribir?
—En este caso
sí, por ser un hecho histórico… —responde. Sonríe con los ojos y los dientes
completamente desprovistos de maldad o de pedantería.
Cuando se queda
en silencio esperando una interrogante que dé continuidad a la conversación, da
la impresión de estar inmerso en una nueva trama o de hallarse apresado en los
movimientos de Canudos.
—Después de
lograr una novela que parece marcar una nueva y exitosa etapa ¿cuál es la meta
más deseada de Mario Vargas Llosa?
—Tengo tantos
proyectos para escribir —dice— que no voy a tener vida suficiente para
llevarlos todos a cabo, aunque tenga muchos años de existencia… no voy a tener
vida suficiente para escribir lo que quiero, no voy a tener tiempo suficiente.
Mi proyecto inmediato es hacer una obra de teatro, una cosa distinta, una
farra, una obra de humor grueso, truculento, algo de exageración, como el humor
latinoamericano. He descubierto la posibilidad del teatro. Pensaba que en la
novela se podía hacer todo, pero en un escenario tan reducido puede caber todo lo
que se quiera expresar. Creo, por otra parte, que no hay motivos para sentirme
exaltado o agotado: lo importante es no sentirse importante, darse uno cuenta
que está en pleno proceso.
—Hay muchos
personajes inventados en su novela, que se funden con los verdaderos: ¿cuál de
esos personajes le emocionó más poner en acción?
La pregunta pasa
sobre una taza de café que se enfría. “Yo quiero un cortico”, había pedido
Vargas Llosa.
—Primero se me
apareció Antonio El Consejero, un personaje que existió. Decidí tratarlo a
distancia porque cuando intenté hacerlo desde adentro, íntimamente, lo
mataba. En la primera versión, el
personaje que me estimulaba era el coronel Moreira César. En la segunda versión
los lugartenientes, Pajeú, Joao Abade… luego fue el León de Natuba. Llegué a
tener tres referencias superficiales sobre el León de Natuba: una aseguraba que
había un escriba que anotaba todo lo que decía o hacía el Consejero; un personaje
así donde había más del 90 por ciento de analfabetismo me interesó mucho. Otra
referencia fue que su nombre era León de Natuba, de un sitio llamado Natuba; y
la tercera que era un monstruo con deformaciones físicas. Poco a poco se
convirtió en una obsesión para mí, me conmovía muchísimo ese personaje, en ese
mundo tan primitivo y analfabeta. Representa algo así como lo más patético que
tiene el intelectual, la confusión, lo indefenso, la impotencia de esa pluma
rasgando el papel… Después me interesaron el periodista miope que es Euclides
Da Cunha, sin cuya historia se habría olvidado casi enteramente lo de Canudos.
También el Barón de Cañabrava toma fuerza luego y llega a entender el
malentendido general que fue Canudos… a Galileo, el extranjero, lo tenía para
otra obra pero encontró en La guerra del fin del mundo su lugar.
De improviso
desea explicar que investigó bastante antes de escribir la novela “no por
fidelidad sino para mentir con conocimiento de causa”. Cuenta que uno de los
Vilanova sobrevivió y ya anciano fue entrevistado por un periodista, que
escribió un libro muy relativo porque Vilanova estaba demasiado anciano.
—¿Sabe? estuve
en un poblado brasileño llamado Bon Jesús y allí se conserva intacta la
iglesita que construyó Antonio Consejero. Tenía aún el letrero que él ponía a
sus iglesias: “Deus es grande”. Ahí entramos en una casita donde estaba una
ancianita limpiando maíz. Hablé con ella sobre Canudos y me sorprendió, porque
estaba completamente convencida de que Antonio Consejero está vivo —“espero
verlo”— me dijo la viejecita.
Vargas Llosa
disfruta esa experiencia. La viejecita le sirvió para crear al personaje que al
final de la novela dice que a Joao Abade se lo había llevado un ángel.
LA FAMA
—¿Qué tipo de
tristeza le ha traído la fama?
—Sobre todo
—explica— complicaciones, pérdida de libertad, de privacidad, tienes siempre
que tratar de defender tu tiempo. Quisiera quedarme viviendo en Lima, pero debo
irme a Europa para poder escribir. La televisión convierte a uno en un objeto
público, invadido, asediado por cosas diversas, unas importantes y otras tontas
pero que me quitan tiempo. La fama crea enemigos, los amigos de repente se
vuelven enemigos y no sabes por qué. Te odian a muerte. El ser figura pública
es algo muy mediatizante. Yo deseo libertad para romperme la cabeza si quiero…
la fama te petrifica a la larga, si no luchas y sobre todo si no te convences
de que lo importante es no sentirse importante. Pienso que si mis libros no
hubiesen sido editados en el momento justo y por una editorial importante, tal
vez habrían pasado desapercibidos.
Más adelante,
hablando un poco de política, dijo que la situación polaca le parece muytrágica. Los obreros crearon unmovimiento que no es antisocialista, quieren un socialismo en libertad y aúnasí han sido reprimidos en contra de los planteamientos marxistas originales.
Él participó en
una marcha que se hizo en Lima como protesta contra la represión hacia los
obreros polacos, y señala que la izquierda peruana mostró un cambio positivo en
su mentalidad al participar en esta acción.
Tygodnik Solidarność (Solidaridad Semanal): Primer periódico legal semanal del sindicato polaco Solidaridad "Solidarność" antes de la ley marcial en Polonia. Imagen tomada de Wikipedia. |
Sin embargo,
manifiesta que “el socialismo en libertad parece cada vez más remoto”.
Como vicepresidente del Pen Club, apunta que
es una cosa terrible la lista de escritores y poetas presos que hay en muchos
países de todo el mundo.
“Ningún país
tiene el monopolio de la barbarie” asegura, refiriéndose al hecho de que en el
capitalismo y el socialismo hay creadores presos o sometidos a la represión
constante.
“Me parece una
aberración incomprensible denunciar lo de Pinochet y silenciar lo de Polonia”,
dice.
Mario Vargas Llosa en 1982. Fotografía tomada de Wikipedia. |
MIEDO DE ESCRITOR
La lluvia
amenaza a Caracas y unas gotas esparcidas como polvo van mojando el exterior.
—¿A qué le teme
Vargas Llosa?
El escritor
confiesa:
— Quizás a la esterilidad intelectual… Si en algún momento quedara privado de eso, que es lo más importante, realmente sería peor que quitarme la vida. Las cosas que escribo son mi manera de vivir, temo al apolillamiento en vida… me asusta. Uno descubre que hacerse famoso escribiendo no es lo importante sino el tránsito hacia el libro, escribir un libro, el ejercicio en sí mismo es lo que te hace vivir.
— Quizás a la esterilidad intelectual… Si en algún momento quedara privado de eso, que es lo más importante, realmente sería peor que quitarme la vida. Las cosas que escribo son mi manera de vivir, temo al apolillamiento en vida… me asusta. Uno descubre que hacerse famoso escribiendo no es lo importante sino el tránsito hacia el libro, escribir un libro, el ejercicio en sí mismo es lo que te hace vivir.
Se calla y luego
repite: "me asusta. Escribir es mi orden vital, es lo que me organiza la
vida. El momento más horrible llega cuando termino un libro… siento un vacío
muy angustioso, pero cuando me embarco en otra novela se me organiza el mundo:
es como un centro de gravedad".
—¿Cuál de sus
libros se ha vendido más?
—No llevo
estadísticas, pero creo que Pantaleón ylas visitadoras.
—¿Nota algo de
Carpentier en La guerra del fin del mundo?
—No… yo admiro
muchísimo Los pasos perdidos y El siglo de las luces, pero en mundo
carpenteriano es muy frío, casi glacial, la prosa de Carpentier es
petrificadora, congela totalmente todo lo que toca con su perfección formal y
su erudición libresca… es un mundo estatuario. La acción es el eje de mi
novela, el acto prevalece en ella, la cronología es casi lineal y la estructura
es simple y transparente: Es una novela de aventuras.
Alejo Carpentier. |
Vargas Llosa
dice que, probablemente en septiembre de este año, se montará en Venezuela su
obra teatral La señorita de Tacna,
que ha sido bien recibida en Lima y Madrid por el público y la crítica.
El silencio
parece envolverlo con un celofán a través del cual Caracas se esfuma. Antes
había dicho que trata de no recordar Canudos, la historia, la novela. Ahora
parece irse hacia aquella trama que revivió y lanzó al mundo. Oye los balazos,
los gritos, los vivas a Dios y los mueras a la República. Miles de balazos le
lanzan tierra en la cara. Se esconde detrás de un árbol de pocas hojas y tronco
achatado.
Una pelota de
tenis cae y con un diminuto tamborileo blanco se detiene cerca de los pies de
Mario Vargas Llosa. Unas piernas doradas y suaves, y una cabellera casi albina,
dan un paso hacia la pelota. Dos ojos verdes, con centros negros, observan
asombrados al escritor y esas pupilas reflejan a dos Vargas Llosa tomando la
pelotita con cierto temor ¿una bala?. Una mano se agranda en el video tape de
los ojos femeninos. La tenista da las gracias en inglés y un tanto confundida
se aleja hacia las canchas pese a la amenaza de lluvia. La faldita blanca se
detiene en un ángulo de la escalera, como una banderita que ondea demasiado.
Vuelve el rostro y sonríe.
El Nacional, 15
de enero de 1982.
*******
José Pulido. Fotografía de Gabriela Pulido Simne
|
José Pulido:
Poeta, escritor y periodista, nació en Venezuela, el 1° de noviembre de 1945.
Vive en Génova, Italia.
En 1989 obtuvo el Segundo Premio Miguel Otero Silva de novela, Editorial Planeta. En el 2000 recibió el Premio Municipal de Literatura, Mención Poesía, por su poemario Los Poseídos. Ha publicado cinco poemarios y nueve novelas. Desde el 2018 el Papel Literario de El Nacional creó la Serie José Pulido pregunta y publica las entrevistas que ha realizado a creadores y artistas.
(Ha fundado y dirigido varios suplementos y revistas de literatura. Si se requiere información detallada sobre estas publicaciones, favor solicitarla a este correo: jipulido777@gmail.com)
Forma parte de la Antología Por ocho centurias, XXI Encuentro de Poetas Iberoamericanos, Salamanca, España, entre otras. Ha sido invitado a festivales en Irak, Colombia, Brasil, Chile, España y Génova. Participó, en 2012, como invitado de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos que se celebran en Salamanca. En el 2018 y en el 2019 invitado al Festival Internacional de Poesía de Génova.
Publicaciones más recientes:
El puente es la palabra. Antología de poetas venezolanos en la diáspora.
Compilación: Kira Kariakin y Eleonora Requena, para Caritas.
Poeti Uniti per il Venezuela, Parole di Libertà (Poetas Unidos por Venezuela, Palabras de Libertad) publicado por Borella Edizioni, evento respaldado por la Associazione culturale Orquidea de Venezuela, con sede en Milán.
Poemario Heridas espaciales y mermelada casera editado por Barralibro Editores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario