La Guairita: el punto y
la línea
Valencia, la de Venezuela,
es una ciudad larga, como un chorizo o una longaniza, entre una gran casa de
cultura que es su antiguo Ateneo y un símbolo universitario. “La otrora ciudad” ya no tiene universidad, la Universidad
de Carabobo queda en Bárbula, Municipio Naguanagua.
Con boína Ramon Belisario, en el centro Jose Tavares, le sigue Pedro Tellez y Ania Alvarado. Foto de Yuri Valecillo |
Lo que si tiene la
ciudad es sentido de pertenencia y gran arraigo en la palabra y las formas de
los que nacimos en ella o cerca de ella, decimos Soy de Valencia y pocos lo pueden
decir aunque nacieran en los municipios vecinos.
Y dentro de esos
espacios simbológicos que hacen las ciudades, en La Candelaria, calle Rangel cruce
con Carabobo está el espacio cultural y político más importante de la ciudad;
algo así como el “Chicote” ese bar de Madrid del que escribió Hemingway y donde plasmó algunos textos magistrales de la Guerra Civil Española.
La
Guairita es un espacio de discusión, análisis y donde el
gobierno, o partidarios del gobierno y oposición juegan dominó, comparten
cervezas y no se declaran la guerra. Se habla sobre mil temas y se coloca de
cabeza al mundo y al sistema solar, se conversa de poesía, de artistas e
inclusive nos ponemos a reír de los malos chistes de algún parroquiano y no es
por nombrar al indio Roger Jiménez que para muchos es el peor contador de
chistes de Barquisimeto y por eso lo mandaron a Valencia a hacer de la vida de
esta ciudad, ya de por si aburrida, a hacerla insoportable. Pero el indio Roger
cayó en La Guairita y los bebedores y jugadores de dominó le aplaudimos sus
cuentos.
Pedro Tellez y Ania Alvarado. Foto de Yuri Valecillo |
En La Guairita convive
la gente del sur y del norte de la ciudad. El sur abandonado por uno y otro
gobierno sin importar el color, y el norte donde las promesas si se cumplen sin
importar el color del que prometió.
Al bar restaurant,
según dice el cartel que está a la entrada, lo atiende José Tavare, José es un tipo particular tiene cientos, miles de
discos de acetato, discos que vienen desde la década de los 50 a la fecha y lo
fascinante es que no importa lo que le pidas José Tavare lo encuentra en un santiamén, lo coloca y nos deleita con música de
acetatos que creíamos perdidos con esto de las nuevas tecnologías.
En este lugar funcionan
de manera casi clandestina grupos de artistas, políticos y poetas que bautizan,
o preparan el bautizo de su próximo libro, se celebran aniversarios de partidos
políticos venidos a menos o ya desaparecidos en el caso del MIR donde militó Orlando
Zavaleta, al que profeso amistad aunque creo que él no a mí y es que eso de ser
un militante disciplinado tiene sus bemoles.
Ania Alvarado, Yuri Valecillo, Ramón Belisario, José Tavares, Israel Sotillo, Aminta Beleño, Quintin Hernández y otros amigos. Foto de Pedro Téllez |
La Guairita es un
espacio donde vamos a celebrar bautizos y nacimientos, llegadas de noche o del
día y su propietario José, quien también cultiva orquídeas y cachamas y al
tiempo juega dominó y nos platica de sus logros maravillosos como cultivador de
orquídeas. Yo he visto algunas plantas que llegan a tener 26 flores, José las
cuida como la niña de sus ojos.
La Guairita tiene más
de 80 años de servir y deleitar a los visitantes que paramos allí en busca de
un abrevadero amable y menos "ciberpunk" donde entre palabras y cebadas nos regocijamos de vivir a nuestro modo.
La Guairita entonces se
transforma en un espacio donde van los amigos a platicar de sus logros y
deslogros o algún abogado va con “buenas intenciones” y cuenta como fue el caso de un título falso
o de un documento que le permitiría ser acreedor de títulos nobiliarios.
También es un lugar de
asilo artístico y el pintor Cristóbal Ruíz recibió durante bastante tiempo asilo político y cultural en este
espacio. Nuestras ciudades son poco agradecidas con los espacios que funcionan
como sindicatos, tribunas políticas o artísticas y por eso a pesar de todo los
parroquianos o clientes le damos la fortaleza suficiente para seguir haciendo
vida en medio de la vida.
Salud al propio y al
ajeno.
Yuri
Valecillo
excelente ambiente para recordar nuestro pasado!!!
ResponderEliminarGracias por la visita
EliminarExcelente anoche la pasamos divino!
ResponderEliminarNos contenta que la hayan pasado bien
EliminarBellos recuerdos, lugares de encuentro donde “dueño fui de mi jardín de sueño”. Lamento no haber tomado una fotografía al bar que nos esperaba cada noche de fin de labores, aquel que quedaba a mano izquierda de la puerta principal de la administración de la gobernación de Cumana, Estado Sucre, el bar de "los bandidos", donde caíamos con el pintor Genaro Coa, Amarelys, Gasca, Ignacio, incluyendo, una vez, el Dr. Boada, severo abogado y juez mayor, que era, lo que pocos sabían, un buen narrador; cada pueblo - creo yo- tiene su rincón de los poetas, hombres y mujeres que conservan la tradición y proyectan con su imaginación el futuro, los sueños - más ahora!
ResponderEliminarMuchas gracias eduardo embry por compartir tus recuerdos con nosotros. Cuando pases por aqui iremos a La Guairita.
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