Mía Khalifa |
Cerecita
Entre tantas cosas de las que uno se entera en las redes, tenemos que, dentro de la escala musical que todos conocemos y me refiero a Do, Re, Mi, Fa, etc, algunas de ellas tienen raíz dórica. Y otras jónica. Mon Dieu. Eso declaró Stewart Copeland el exbaterista de The Police y a mí me resulta interesante. Y el lente del telescopio Webb estudia el origen cósmico de las estrellas, pero no puede ver los ovnis que de continuo surcan los cielos de la tierra. Por lo tanto, habría que concluir que estamos igual de jodidos que cuando se dió el primer Big Bang. Aparte, la foto de la supuesta nieta de Gualberto Ibarreto de nombre Ana María, circula libremente por las redes, porque se ganó un premio importante. Qué extravagancia tan cuántica surge de esta noticia.
Mía Khalifa |
Pero es que la muchacha parece que no es Ana María. De hecho, no sé quién es Ana María o si existe en realidad. Claro, los que nunca hemos visto una porno, sabemos que se trata de Mía Khalifa. ¡Qué curioso, que se parezcan tanto!. Es que Mía es una joven mujer muy laureada en determinados ámbitos, si. El pasado año, se le adjudicó otra distinción en la NASA por ser Ingeniera del Año y así, a fuerza de mucha constancia en los memes, Mía ha logrado triunfar en la vida.
Pienso que Mía Khalifa es un poco como Barbie. Tú sabes, está la Barbie enfermera o la Barbie peluquera. En todo caso, quisiera toparme con Mía en alguna playa de San Luis en su versión de vendedora de frutos del mar y de nieta de Gualberto, pero que en realidad no lo es. Hago la salvedá. Si me la consiguiera en las arenas, no dudaría en preguntarle:
-Mía...¿y todo eso es tuyo?
-Al llamarme Mía, todo es mío, pero no soy agallúa.
-Ahhhh...bueno, véndeme un tobo de pepitonas. ¿Te quedan?
-Casi todo se vendió. Me queda una sola, pero nivel Dios, como dicen por ahí.
- O sea, que aprieta pero no...sé mía, Mía...
- Deja preguntarle a la que te conté: Cereciiita de mi monte, frutica sabrosa y puraaa...
Me encantan los chistes malos y tan pura no sería cerecita, digo yo. Lo que quiero destacar, es que pasan muchas cosas raras en el mundo. En Laponia ya tienen días celebrando la navidad. Lo mismo en París y en Berlín. Casi todo mundo disfruta de una fecha bonita que debe concitar la paz y el sosiego, menos nosotros, que tenemos 25 años viviendo en una simulación de país. Nojoda. Mención aparte, tenemos a Ukrania pasando roncha y a Israel buscando entre los escombros a sus connacionales y todo a un costo muy alto para la región, ya que los judíos no son mochos. Date ahí. Volviendo al terruño, más de 8 millones de venezolanos han traspuesto la barda del potrero para nunca más volver y otros 9.3 millones no se comen sus tres golpes. Cientos de miles de personas no tienen acceso regular a sus medicinas y cuando van al Farmatodo se topan con Charlie y la Fábrica de Chocolates, porque casi todo es a base de golosinas y dulces. Luego se vuelven diabéticos, pero no importa, porque al fondo, la inmensa botica te ofrece la metformina arrechamente costosa para que equilibres los niveles altos de glicemia, todo producto de la diabetes que ellos mismos patrocinan. Genios.
Es que en Venezuela, se sabe, si te pela el chingo, te agarra el sinnariz. Prueba de ello, es que los Consejos Comunales le están reintegrando a los vecinos los 48 bolívares que depositaron para la bolsa del clap y eso, porque no fueron a votar en el referéndum:
-Bueno, cójanse su mierda -afirman todos.
En términos históricos, hemos sufrido una regresión de a patrás, y entonces tenemos a un jerarca vestido de señor feudal decidiendo cuál vasallo vive y a cuál hay que apresar o matar. Los perdonados negocian su dignidad, Herman Escarrá afirma que la Corte Internacional no tiene jurisdicción en Venezuela (?) y yo no sé para qué coño tenemos una plataforma unitaria que apoya resueltamente y en silencio a quien nos pisa el gaznate. Encima, nos llaman traidores por querer liberarnos de una banda criminal y Tarek William Saab compite con Padrino por el premio al Jalabola del Año. Hay muchos más que se disputan el trofeo y que por congraciarse, apoyan el belicismo de un tipo que no halla en qué palo ahorcase. Es que hay ser lo suficientemente cobarde como para emprender un conflicto de proporciones absurdas y todo para quedarse en el coroto.
Como diría Milagros: "Aprendí a ser libre leyendo". Y por eso, por leer, es que no puedo juzgar a Milei porque tenga ojos de loco. Tampoco a María Corina por vivir allá en el este. Y tanta monserga asquerosa...en fin, que nos vidrios. Me preparo para ir a la biblioteca Milagros Mata Gil, aunque Mía me haya llamado mil veces. Dilequenostoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario