domingo, 30 de septiembre de 2012

José Luis Sampedro: ¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!



José Luis Sampedro


"POR EL PLACER DE LA LECTURA : Un manifiesto a favor de las bibliotecas públicas" de José Luis Sampedro



Atentado Cultural - La SGAE ataca de nuevo



Se pretende obligar a las bibliotecas públicas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para 'resarcir' a los autores.

Mientras la gente de a pie apenas llega a fin de mes, los ya millonarios se forran a cuenta nuestra. No consientas tamaño atentado contra la cultura y pasa este mensaje a todos tus amigos.

POR EL PLACER DE LA LECTURA :

La SGAE (Sociedad General de Autores) ataca de nuevo.

Escrito y firmado por José Luis Sampedro, escritor.


POR LA LECTURA


Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos.

Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.


Charles Dickens a los 24 años

Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos.

Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas.


Emilio Salgari

Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.



Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.


Pío Baroja © EFE

Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:

a) obtiene algo a cambio.

b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?



Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas?.¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?

Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.

Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!


Si estas de acuerdo, pásalo. Por el placer de la lectura.



POR FAVOR, SI VA A REENVIAR ESTE CORREO, TEN EN CUENTA LOS SIGUIENTES PUNTOS:

1.- Borre la dirección e-mail del remitente así como cualquier otra información personal y dirección e-mail que aparezca en el cuerpo del mensaje.

2.- Proteja frente a terceros a todos los destinatarios de sus mensajes, colocando sus direcciones en la línea de CCO (Con Copia Oculta).

Combatir el spam es tarea de todos.

Gracias por su colaboración.

Tomado de La Biblioteca de Vorbarr




sábado, 29 de septiembre de 2012

Pedro Calzadilla, ministro de la Cultura: Debemos restituírle a los museos su capacidad de accionar


Pedro Calzadilla. Foto Vicente Correale



"Lo que hemos hecho está en revisión"
ENTREVISTA PEDRO CALZADILLA, MINISTRO DE CULTURA


Creo que los museos lo visitan hoy en día un público más plural, desde el punto de vista de su origen social" "Aspiramos a tener algunos circuitos del cine privado o algunas salas que nosotros podamos programar".


DUBRASKA FALCÓN , PEDRO CALZADILLA , MINISTRO DE CULTURA | EL UNIVERSAL

lunes 2 de julio de 2012 1



El ministro de la Cultura, Pedro Calzadilla, está satisfecho. Asegura que, a pesar de las trabas que existen en la administración pública, está contento por la política que ha desarrollado desde su nombramiento en 2011. ¿Errores? Reconoce varios. Por ejemplo, que está en deuda con la promoción de los escritores nacionales, que se había descuidado a los museos, que el Plan de Lectura tuvo fallas, y que la importación de libros se ha afectado de manera dramática con el control de cambio.

Pero también habla de logros. Como punto de honor, el historiador menciona la creación del Sistema de culturas populares, la Red de teatro y circo, la Red de escritores, y la de Memoria, patrimonio e historia.

-¿Hacia dónde apunta su política cultural?

-Creo con los gabinetes estadales se ha democratizado el acceso a la cultura a través del fortalecimiento de las industrias culturales, como el cine, la imprenta, el disco. Otra cosa muy importante es la reivindicación de la diversidad cultural. ¿Para dónde ir? El presidente (Chávez) lo ha dicho, y yo lo comparto: debemos lograr la transformación del sistema de valores, que se tome distancia del capitalismo en la relación con la naturaleza y los miembros de la sociedad.

-En la Feria del libro se mostró una encuesta según la cual uno de cada dos venezolanos lee un libro. ¿Eso es creíble?

-No es un resultado que haya emanado de la feria. Fue un estudio profesional que hizo un grupo de especialistas según las pautas del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe. Digamos que hay un margen de error. Tenemos que verificarlo e ir corroborando datos. ¿Su veracidad? Bueno, queremos que sea verdad. No es que el Estado ha hecho muchos libros, sino que hay muchos libros en las calles, muchas librerías y ferias del libro.

-¿Qué pasó con el Plan de Lectura? ¿Se hizo seguimiento a los libros que regalaron?

-Se hizo parcialmente. A veces cometemos fallas por no ir hasta el final, pero eso no significa que no se cumplió una tarea. Regalar El Quijote fue un símbolo. Vale la pena hacer una fila y llevárselo. Es una manera de decir: 'Queremos que esto sea cotidiano'. Probablemente alguna persona de las que se llevó el libro no sabía dónde colocarlo o no sabía leer. Esa es una de las tareas que tenemos pendientes. Pero para el próximo año vamos con un gran Plan Nacional de Lectura.

-El dólar es un problema para importar libros.

-Sí, hay retardos. Es una de las quejas. ¿Cómo hacemos para que se agilice la importación de libros? Se hace, pero quizás no tiene la respuesta oportuna. Debería ser un proceso natural. Toca corregirlo, aunque el Ministerio de la Cultura no es el que aprueba los dólares de Cadivi. Nosotros le hemos dicho a Iván Dieguez (Cámara Venezolana del Libro) que estamos dispuestos a meternos a colaborar con ellos.

-La presidenta del Centro Nacional del Libro (Cenal), Christian Valles, dijo que el Estado tiene una deuda con la promoción de los escritores venezolanos...

-Necesitamos la agencia literaria. Esa responsabilidad la tiene el Centro Nacional del Libro, que tienen una dirección o instancia que debe ser muy raquítica o no sé qué pasa ahí. Necesitamos un vigoroso espacio de promoción de nuestros escritores en el exterior.

-La producción de películas ha aumentado, pero vemos que Madagascar se exhibe en 37 salas, mientras que Er relajo del loro solo se puede ver en 8.

-Eso es un forcejeo tremendo con las salas comerciales. Hasta ahora estamos negociando. Hemos tenido buena disposición y hemos logrado acuerdos importantes. Aspiramos a tener algunos circuitos del cine privado o algunas salas que nosotros podamos programar. Si todo va bien tendremos una pequeña experiencia con un festival que vamos a hacer conjuntamente, pero no quiero anunciarlo todavía.

-Fundarte (Alcaldía de Libertador) tiene un circuito artístico en los teatros recuperados. ¿Qué papel juega el ministerio allí?

-Estamos trabajando como un solo equipo: es Fundarte, el ministerio y el Gobierno del Distrito Capital. En el teatro tuvimos muchas dificultades para encontrar un rumbo. Creo que hemos avanzado, se han reabierto espacios de encuentros. Me he reunido con mucha gente del teatro de todas las corrientes artísticas, estéticas y de las regiones. No me he reunido con todos, pero sí he escuchado a mucha gente. He tratado de saldar las cosas en las que reconozco que hemos fallado.


-Días atrás reconoció que se descuidaron los museos.

-Creo que se confió en que el mecanismo de administración de la Fundación Museos Nacionales era suficiente para garantizar el despliegue de las instituciones con una óptica nueva y renovada. El propósito era darle coherencia a una política en los museos que superara la tendencia al fraccionamiento o al aislamiento que tenían varios museos. Se buscaba darle una coherencia y una política que articulara todo, que se aprovecharan los recursos.

-Pero no se logro...

-No pasó. Sí creo que tiene que ver con el modelo que se adoptó, aunque el propósito era noble. No queremos perder la idea de que los museos formen parte de un cuerpo plural.

-Pero con la Fundación se dejó de adquirir piezas, solo se hicieron exposiciones de las colecciones permanentes...

-Todo lo que hemos hecho está en revisión. Si la revolución permite una cosa es someter constantemente a revisión la cosas. Al Presidente lo ves: adelanta una cosa, rectifica, reconoce y ajusta. Nosotros podemos ir consolidando un modelo que permita que haya una coherencia en las políticas museísticas. Y además restituirle a esas instituciones su capacidad de accionar.

-Hubo artistas que se sintieron excluidos...

-Venezuela ha transitado un proceso político que ha entrado en toda la vida. Esa intensidad de la vida política de los últimos años y la propuesta de transformación supuso cierta resistencia. Eso poco a poco debe restablecerse a partir de la idea de que no puede haber exclusión de ningún tipo. No hay ningún sector ni ninguna corriente artística que deba ser excluido de los asuntos culturales. Que hay diferencias políticas, sí. Que eso provoque que un artista no pise más una institución, ahí uno se detiene y dice: 'Bueno, ahí pasó algo que debe corregirse'. No va a ser fácil, pero yo he comenzado a ver rostros en los museos que tenían tiempo sin estar.

-Rubén Wisotzki dijo que quería llenar el Museo de Bellas Artes de visitantes aunque fuera con réplicas. ¿El museo se está masificando?

-Ese es el sueño, que logremos que la contemplación de un Reverón suscite el interés de inmensas mayorías. Ver las réplicas de Tutankamón es legítimo, como legitimo es entrar a un museo para contemplar uno de los paisajes de Macuto de Armando Reverón. A mí sí me gustaría que hubiese una cola de gente para ver a Reverón. No hemos llegado ahí y esa es la tarea. Creo que los museos los visita hoy un público más plural, desde el punto de vista de su origen social. No es que vayan en masa, pero ahora es posible reconocer que hay un público con un origen más plural.

-Se ha dicho el verdadero ministro de la cultura sigue siendo Francisco Sesto...

-En el terreno de la cultura, creo que la revolución bolivariana arrancó y comenzó con Farruco. Quienes hemos estado en el ministerio, tanto (Héctor) Soto como yo, lo reconocemos como el gran diseñador de este proceso. Él me acompaña como amigo, como camarada y como Ministro de la Reconstrucción Urbana de Caracas. Él siempre está abierto cada vez que lo llamo para preguntarle su opinión. Pero me reconozco como parte de un solo equipo, que es el equipo de la Revolución Bolivariana en cultura.


Tomado de El Universal


viernes, 28 de septiembre de 2012

Libros en guerra:

Los fotografos de El Bang Bang Club





17 octubre 2008



Hernán Zin




Decía el ya desaparecido Norman Mailer que resulta más sencillo escribir no ficción que novela porque “el argumento lo da Dios”. Y lo cierto es que la trama del libro The Bang Bang Club resulta tan compleja, profunda e inesperada en su descripción de la naturaleza humana, que parece más bien la creación de un autor que una obra basada en hechos históricos tan desgraciados como cercanos en el tiempo.
El Bang Bang Club era el nombre bajo el cual se conocía a cuatro jóvenes fotoperiodistas sudafricanos blancos que tomaron enormes riesgos para denunciar al mundo las atrocidades del régimen del apartheid.
Particularmente, a principios de los años noventa, cuando ya se sentían los vientos de cambio y cuando el país se sumió en un violencia sin precedentes. De este grupo formaban parte Joao Silva, Kevin Carter, Greg Marinovich y Ken Oosterbroek. A su alrededor gravitaban otros grandes fotógrafos de guerra como Gary Bernard y James Natchwey (la labor de este último la retrata el documental War Photographer, nominado a un Oscar).
Aunque debido a la censura del gobierno de Partido Nacional su trabajo apenas salía publicado en Sudáfrica, fue un artículo publicado en la revista local Living el que les puso nombre. Los llamó los “Bang Bang Paparazzi”.
Por razones evidentes, el nombre “paparazzi” se cambió por el de “club”, ya que no se puede comparar la labor de estos jóvenes que se jugaban la vida para meterse en los townships con el trabajo de quienes cazan imágenes de Britney Spears o Paris Hilton.

Violencia orquestada
Corrían tiempos duros para Sudáfrica. Cada día se contaban decenas de muertes en los enfrentamientos entre los seguidores del Congreso Nacional Africano de Mandela (ANC), y los zulúes separatistas del Inkatha, dirigidos por Mangosuthu Buthelezi.
Se perpetraban masacres en trenes, en las calles, pero sobre todo en los albergues para trabajadores y estudiantes de los barrios negros. Se mataba a gente al azar.
Con el tiempo se descubrió que los zulúes, más allá de sus disputas ancestrales con los xhosas, estaban siendo alentados por las fuerzas blancas a luchar contra su propia gente con la intención de demostrar al mundo que los negros no se podían gobernar a sí mismos, y que el partido de Mandela no estaba preparado para tomar el poder.


La Comisión Goldstone demostraría más adelante que no pocos de los que asesinaba a la gente en los trenes eran extranjeros a sueldo, llegados desde Angola o Namibia, y que trabajaban a sueldo de grupos extremistas blancos.
Morir para contar
Si el mundo llegó a saber la verdad, como afirma Desmond Tutu en la introducción del libro, fue gracias a la labor de estos cuatro fotógrafos, dos de los cuales acabaron su vida de forma trágica.
Ken Oosterbroek murió durante las luchas en Tokoza, un township situado al sur de Johannesburgo. Tenía 28 años. Y el hecho sucedió el 18 de abril de 1994, apenas unos días antes de esas primeras elecciones democráticas y no racistas que los miembros del Bang bang club habían luchado por que tuvieran lugar.
Kevin Carter, que sufría de adicción a las drogas, se suicidó dos meses más tardes. Había recibido el premio Pullitzer por sus imágenes de una niña y un buitre en SudánFotografía por la que también se puso en duda su integridad moral, en un debate que al menos a quien escribe estas palabras le ha parecido siempre estúpido, y propio de quien no ha estado en nunca en el terreno o de articulistas ociosos sentados a miles de kilómetros en la comodidad de sus redacciones (como sucedió a nivel nacional con Arcadi Espadacuyas críticas a la obra de Javier Bauluz fueron igual de estúpidas, o quizás más…).
Sacas la foto y acto seguido espantas al buitre. Ganas, a cambio, una imagen que sacudió millones de conciencias. El asunto no tiene más misterio, como sostiene Joao Silva, que estaba allí junto a su amigo y que captó la misma imagen. El niño no estaba abandonado, se encontraba junto su familia a un centro de alimentación de la ONU en el sur de Sudán.


Greg Marinovich ganó también el Pullitzer por su cobertura del asesinato de Lindsaye Tshabalala. Sigue en activo. Y es autor, junto a Joao Silva del libro The Bang Bang Club. Obra de prosa un poco deshilvanada, pero que no quita que estemos ante un documento histórico y humano tan fascinante como aleccionador.
Joao Silva, ganador del World Press Photo, continúa asimismo al pie del cañón. Me crucé con él en Kenia, durante los episodios de violencia post electoral del pasado mes de enero. Sus imágenes,desde conflictos como Irak, muestran su compromiso continuado con la denuncia de la barbarie.

Tomado de 20 minutos


Enlaces relacionados:





































jueves, 27 de septiembre de 2012

La ExxonMobil es un Estado empresarial dentro de los Estados Unidos de América”

y la más poderosa empresa del mundo









YOLANDA MONGE 3 JUN 2012




La sede central de ExxonMobil en Irving, Tejas, es conocida por sus empleados como La Estrella de la Muerte, la malévola estación espacial de la Guerra de las Galaxias que puede con el disparo de un solo rayo destrozar un planeta. ¿Demasiado como comparación? Puede que no. Según el escritor y periodista Steve Coll, dos veces ganador del Pulitzer, ExxonMobil es “un Estado empresarial dentro de los Estados Unidos de América” que, como todas las naciones soberanas “tiene sus propias reglas de política exterior”. “A veces sus intereses se corresponden con los del Gobierno de Estados Unidos, a veces se encuentran en oposición y otras sencillamente se quita de en medio”, afirma Coll en una entrevista concedida a la cadena de radio pública de EEUU, NPR.

Lee 'Iron Ass' Raymond. / MIKE SEGAR (REUTERS)


Lee Iron Ass Raymond —la cursiva  se traduce como Culo de Hierro— presidió con mano firme ExxonMobil entre 1993 y 2005. En el libro Imperio Privado, Coll expone a lo largo de casi 700 páginas nutridas de más de 400 entrevistas e información proveniente de muchas fuentes el enorme poder amasado por la que ya es hoy la empresa más grande del mundo, y que cuando todavía no tenía ese récord —lo logró la semana pasada, desplazando a Wal-Mart— fue lo suficientemente hábil como para estar siempre en los últimos 60 años entre las compañías más lucrativas del país.
Exxon se fusionó en 1999 con Mobil y desciende directamente de la compañía de petróleo de John D. Rockefeller. Con la etiqueta de ser una de las empresas más secretistas del mundo, ExxonMobil lleva décadas haciendo complicados equilibrios morales y de poder en países tan distintos como Chad, Indonesia, Guinea Ecuatorial, Venezuela y la Rusia de Vladímir Putin para hacerse con sus reservas de petróleo. La geopolítica es el libro de cabecera de los ejecutivos de ExxonMobil, ya que sus operaciones para ser rentables deben abarcar largos periodos de tiempo —al menos 40 años, duración necesaria para que la inversión compense a la hora de explotar y vender el petróleo y el gas—, por lo que se hace necesario conocer todos los despachos donde se mueven los hilos del poder en las altas esferas internacionales.
Como bien explica Coll en el libro, hacer negocios a tantos años vista es complicado en EEUU, ya que en ese periodo de tiempo habrá 10 administraciones con al menos seis presidentes distintos con los que habrá que negociar, o no. Para el lector que quiera leer entre líneas queda claro que cuando Steve Coll dice que ExxonMobil nunca viola la ley es básicamente porque es ella la que la dicta.
Todavía exige más juegos malabares establecerse en países con una dictadura, susceptibles de vivir una revolución que acabe sofocada con un baño de sangre y que los yacimientos sigan en pie y escupiendo crudo con el que alimentar el lucrativo negocio. ExxonMobil no solo ha logrado esto último a lo largo de toda su historia. Sus ganancias —362.000 millones de euros— superan al PIB de la mayoría de los países en los que opera. 

Tomado de El País

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Eduardo Milán, poeta y ensayista uruguayo: ‘La burguesía acepta todo, menos que le alteren la sintaxis’

''La poesía problemática no tiene lectores





Estimados Amigos

A continuación podran disfrutar de esta entrevista a Eduardo Milán donde muestra su opinión sobre la poesía actual. Es muy interesante su postura  pues daría como resultado que mucha de la poesía llamada revolucionaria no es mas que poesía burguesa. 

Disfruten de la entrevista. 

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‘La burguesía acepta todo, menos que le alteren la sintaxis’ 
''La poesía problemática no tiene lectores
  ''Una entrevista al poeta uruguayo  Eduardo Milán




8 de septiembre de 2012

El poeta y ensayista uruguayo Eduardo Milán ofreció el curso Poéticas en la crisis, en el que abordó el estado actual de la lírica latinoamericana



GUADALAJARA, JALISCO (07/SEP/2012).- Con paso relajado, Eduardo Milán cruzó el umbral y saludó a los alumnos que habían llegado puntuales al curso Poéticas de la crisis que iniciaría en minutos. A pesar de ser menudo su saludo es fuerte, sus dedos blancos estrechan la mano entera del interlocutor que ya se apresta a sentarse en un cuarto con mesas y sillas vacías por donde una lengua de luz se cuela. El poeta, ensayista y crítico uruguayo dirige su mirada hacia el patio. La fija en la pared, una bicicleta y una maceta de robusta fronda. Milán llegaba 20 minutos tarde a la entrevista que se llevaría a cabo en la Casa Bolívar.


Comienza diciendo que su abuela le recomendó que se alejara de las corrientes de aire: “El aire es malo, sobre todo éste. Bueno, no —se rehace—: el que se respira en la Ciudad de México es malo”.



No sabe lo que es el V Verano de la poesía y mucho menos que el evento al que llegó a charlar con unos 15 alumnos responde a eso. Sabe de poesía y de eso habla.



—¿Cuál consideraría que es el estatus de la poesía en la actualidad?



—¿Dónde? ¿En el mundo o en Latinoamérica? 



—En el mundo y en Latinoamérica.



—Mire, es una pregunta que yo no sabría contestar así porque tendría que hacer una estadística de mercado. Tendría que hacer una estadística de lectura. Tendría que hacer, finalmente, una estadística social y cultural que comprometiera a la poesía en todo el mundo. No lo puedo hacer. Lo que le puedo decir es que cierto tipo de poesía no tiene buena acogida de parte del lector y creo que eso es lo fundamental porque la poesía no existe en términos obvios fuera de la producción y fuera de la lectura, y por primera vez en muchísimo tiempo la lectura de alguna manera está definiendo el tipo de poesía que se hace. 



Acodado sobre el cristal de la mesa, el hombre de barba cerrada y cana vuelve a fijar la vista hacia el patio. Se pone la mano en la cabeza, el dedo índice en la sien derecha, la mano sobre el mentón como pensador griego. Las dos manos sosteniendo el cráneo. Es una máquina de poses. No mira a los ojos, mira un punto fijo dentro de su mente, se concentra en sí mismo. Continúa.



—Quiero decir: el lector ganó una batalla que arranca desde el siglo XIX entre producción y lectura. El lector demanda un cierto tipo de poesía y poetas, gran parte de los poetas corresponden a esa demanda, casi como si fuera un novelista, porque los novelistas corresponden. Ahora, nosotros pensábamos que los poetas no correspondían a eso, sino que tenían una cierta independencia, una cierta autonomía de mercado y de consumo. Bueno, no es muy así. Ahora: ¿eso qué significa? La poesía tiene una larga guerra, digamos así, de independencia y de independencia total como arte autónomo. Yo creo que fue, junto con la música, el tipo de arte que se mantuvo en mayor nivel de autonomía, en lo que se puede considerar el arte en general, el arte que nosotros manejamos dentro de lo que se llaman las humanidades con más nitidez y con más recurrencia. En el mundo el que no es completamente analfabeto sabe leer, y el que es un poco analfabeto lee algunas cosas, pero muy pocos alfabetos leen poesía y eso es por la dificultad que la poesía ha demostrado, por el tipo de búsqueda que ese lenguaje implica a lo largo del tiempo, de manera que siendo un arte específico, que me gustaría llamar un arte “duro” aludiendo a lo que es el pensamiento duro en contraposición al pensamiento débil que se crea a fines de los setenta, yo diría que la poesía “dura”, la poesía más problemática para el lector no tiene prácticamente lectores



El discurso de Milán es un interminable hilo de ideas, unas detrás de otras. Se detiene por momentos e integra otros elementos a lo que dice: “Cuando entra el consumo a jugar, cuando el mercado, y aquí parecería que la poesía está exenta de pasar por el mercado, me gustaría decir que no, que la poesía no está exenta de nada. Hoy son más escépticos los poetas jóvenes y eso me parece una virtud porque desde mi generación para atrás la poesía era una especie de balsa segura de rescate de cualquier catástrofe y no es real. A mí me gustaba jugar en un libro que publiqué en el 94, se llama Resistir, un libro ensayo, me gustaba jugar con la paradoja de qué pasaría en un mundo donde se salvara la poesía y se perdiera el ser humano. Y bueno, ¿quién leería eso? Pero aquellos poetas de mi generación para atrás eran grandes salvados por la poesía. Eso no existe más.



—Me llama la atención de que ahora la poesía está un poco a merced del mercado, que ahora depende de la calidad de los lectores..., dentro del margen en que usted se mueve, ¿hay mayor exigencia de los lectores o ésta ha disminuido?



—Yo creo que ha disminuido sustantivamente, creo que los lectores de poesía en el nivel que colocamos a una cierta poesía, pues han decrecido o han mermado muchísimo porque exige demasiado. Roland Barthes, un crítico literario francés, post-estructuralista que estaba analizando un fenómeno del siglo XIX donde la burguesía era una especie de cabeza de turco social. La culpa de todo la tenía la burguesía. Y es verdad, la burguesía tenía la culpa de todo. Pero los escritores y los artistas lo tenían claro. Hoy que la burguesía, si lo traducimos a clase dominante sigue teniendo la culpa de todo resulta que…



El poeta detiene su soliloquio, pues en ese momento del bolsillo emana un sonido de celular. Lo abre y mira quién le llama. Contesta: “Miguel, para ti siempre estoy disponible”. La llamada en la que asiente y cita a alguien para verlo “en la librería del Fondo de Miguel Ángel de Quevedo. Ajá. Tra. Tra”, dura unos 15 minutos. Milán se levanta del asiento y pone su mano en el espaldar de la silla mientras el salón contiguo ya está lleno de alumnos que esperan y los organizadores anuncian con señas que ya se acabó, que ya, “la última y ya”, se alcanza a leer en sus labios.



Milán cuelga. “Roland Barthes tiene una frase genial sobre la relación de lo que es el artista, y el poeta también por extensión, y con esa conciencia consumidora que parece que está abierta a todo, que es la burguesía, y sin duda hasta Marx sabía eso: la burguesía es la gran clase que recibe el fenómeno cultural. Es admirable. Ahora: Roland Barthes agrega algo extraordinario a esa situación como clarificador, dice: ‘La burguesía acepta todo, menos que le alteren la sintaxis’, y es verdad, la burguesía había aguantado la Revolución Francesa, había hecho un poco pero también la había aguantado. Después había aguantado todos los amotinamientos contra la burguesía del siglo XIX, pero si le cambias la sintaxis que fue lo que hizo Joyce, que fue lo que hizo Beckett, que fue lo que hizo toda la vanguardia, los chicos no aguantan van y tiran todo”. 



Y sigue hablando y ellos siguen con las señas. Las charlas suben de volumen. Hay más inquietud. Ya caminan por el salón donde se desarrolla la entrevista, saben que no pueden interrumpir al poeta que no para: “…Todo ordenado con la lógica sujeto-verbo-predicado, cuando se rompe la lógica la gente no aguanta y te tira el libro. Hoy todo el mundo escribe sintácticamente, de manera ordenada, esos son los que ganan todos los premios, son los que venden, no te digo todos los libros pero estoy pensando en Bennedetti, en Sabines, en cierta poesía de Paz, otra poesía de Paz no la lee nadie…”.



—¿Lo que haría falta sería volver a romperles la sintaxis?



—No porque ya está hecho y sonaría a parodia. Sonaría a una especie de homenaje tardío y también hay. El mismo Paz le hace un homenaje a la vanguardia a fines de los sesenta que es Blanco.



—¿Y si habláramos de procesos creativos, ¿a qué le apostaríamos?



—Es que esto no se puede repetir. Yo no creo que se pueda repetir el fenómeno con la intensidad que se dio, todo sabe a parodia. Lo que habría sería una lógica de variables que alterarían este orden o esta diferenciación un poco endeble teóricamente que acabo de hacer entre lo que es una poesía consumible y lo que es una poesía que rechaza, con cierta insistencia ese deseo de consumo porque entramos en otra lógica, no entramos en la lógica del goce del producto. Entramos en la lógica del consumo, gozo no. Yo no sé si la gente goza cuando entra a un supermercado, yo no sé si la gente… 



—Ya lo están esperando, déjeme hacerle la última pregunta.



—Ya tenemos que empezar –dice Lourdes González, coordinadora de Artes Escénicas y Literatura de Cultura UDG y hace entrar a la gente.



—¿Te sirve lo que te dije? —dice Milán al ofrecer su mano de venas azuladas y marcadas.



Se acabó la entrevista.




Tomado de El Informador.


25/06/2024

martes, 25 de septiembre de 2012

Celebran 200 años de la creatividad de los hermanos Grimm y en Valencia, la de Venezuela demuelen La casa de los siete enanos



Retrato de los hermanos Grimm
 


Estimados Amigos

El 20 de diciembre de 2012 se cumplirán 200 años de la publicación de Los cuentos de los Hermanos Grimm. Por eso se organizan eventos para festejar esa fecha y aparecen por doquier diversas adaptaciones y reelaboraciones  cinematográficas y televisivas de su obra mas conocida alrededor del mundo. Pero antes de hacerles llegar la noticia relacionada con los hermanos Grimm, expondremos nuestro parecer con respecto a un suceso acaecido en Valencia, la de Venezuela que le hace un flaco favor a la cultura local y a los hermanos Grimm .



La alcaldía de Valencia no conoce a los hermanos Grimm



La casa de los 7 enanos y Blancanieves. Fotografía de Roberto Martinez Surosas



En diversas partes del mundo se dedicaron a rendirle homenaje a estos hermanos que hicieron que el patrimonio oral alemán de relatos se convirtiera en patrimonio de la humanidad. Quien no ha leído o escuchado a Blancanieves, La bella durmiente, Hanzel y Gretel y otros tantos cuentos que inundan la imaginación de niños y adultos desde hace 200 años. 

Pero en Valencia la de Venezuela ningún homenaje se le ha hecho, en vez de eso la alcaldía de la ciudad de Valencia, de manera inconsulta, decidió demoler los restos de lo que fue una bella atracción. En la plaza Alejandro de Humboltd de Valencia hace muchos años se decidió colocar un reloj de carrillón  inspirado en el cuento de Blancanieves. La casa de los siete enanos y de Blancanieves era un bonito reloj ubicado en el centro de un estanque de donde salían los enanos a marcar las horas.  Durante años este reloj y su plaza fueron el sitio de esparcimiento predilecto de los valencianos. Y el impacto de esta atracción fue tal que la plaza comenzó a ser llamada La plaza de los enanitos. Pero, como suele suceder en Venezuela, a la larga  esa hermosa plaza cayó en el abandono y a ninguna de las gestiones municipales les interesó rescatar la antigua belleza de ese lugar. Finalmente la plaza se convirtió en guarida de delincuentes y a pesar de que allí convivían dependencias del gobierno municipal y del estatal ninguna de las dos administraciones hizo algo contundente para recuperar el espacio.

El golpe final lo dio la administración del alcalde Edgardo Parra al demoler la casa de los siete enanos. El pretexto fue que se debía colocar allí una estatua de Alejandro de Humboltd porque no existía ninguna en la plaza que lleva su nombre. Lo que no parecía saber el alcalde y su equipo es que en el extremo sur de la plaza ya existe un busto del insigne naturalista y que si colocaban otra estatua habría dos en la misma plaza. Quizás lo que buscaban eran entrar en el libro de records Guinness, algo que honestamente dudamos. Otra de las justificaciones de tal demolición fue que esa edificación era un símbolo del imperio yanqui debido a que la imagen de Blancanieves estaba claramente inspirada en la versión de Disney. Consideramos que es un pobre argumento que demuestra el magro criterio del equipo que acompaña a nuestro actual alcalde. Lo que se haría en esa plaza no se le participó a la comunidad con antelación y tampoco  se abrió un concurso abierto para escoger la estatua del descubridor cientifico de América. Estas son algunas de las irregularidades de la gestión de una alcaldía, que presume de socialista y participativa, que dieron al traste con los recuerdos de muchos valencianos. Aunque todos los valencianos también tenemos bastante culpa al no haber pedido contundentemente el rescate de ese espacio.

Otra vista del viejo carrillón. Fotografía facilitada por José Agustín Medina Bello



¿Acaso era mucho pedir que Valencia se sumara a la celebración de la obra de los hermanos Grimm? Y que restauraran la atracción o ¿Que hicieran un concurso nacional abierto para hacer las estatuas de los hermanos Grimm? o ¿Que organizaran un encuentro nacional de cuentacuentos que sirviera de recordatorio al magnifico trabajo de los hermanos Grimm?

Tristemente, al parecer era mucho pedirle todo eso a esta administración municipal.

Demolición hecha. Como nos gustaría que hiciera lo mismo con el hampa y los camioneteros abusivos. Foto: Junny Sánchez




Hay personajes de la historia conocidos por sus apodos o epítetos: Pipino el Breve por su corta estatura, su esposa Bertrada de Laon, conocida como Bertrada la Patona, o "la del pie grande", Iván IV Vasílievich llamado el Terrible o Enrique IV el Impotente. Al final de la historia quizas el alcalde Edgardo Parra será recordado porque mató a siete de un solo golpe con un apodo a la altura de los retos que llegó a dominar : Edgardo mata enanos.

Richard Montenegro


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CIUDAD DE MÉXICO (23/FEB/2012)


Wilhelm Carl Grimm fue reconocido filólogo, historiador y escritor; junto con su hermano Jacob Ludwig realizó una serie de recopilaciones y estudios sobre cuentos folclóricos de su país, mismos que les proporcionaron fama y prestigio mundial





Con motivo del bicentenario de la publicación del primer volumen de cuentos infantiles de los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm, la Biblioteca 'Menéndez Pelayo' de España ha organizado una serie de actividades para su celebración.


Reproducción de retrato de los hermanos Grimm en el antiguo billete de mil marcos alemanes.



Se trata de una exposición titulada 'Queremos cuentos', que recopila los títulos clásicos más populares, y de un nuevo programa, que se llamará 'Libros con ruedas', que tiene como propósito el préstamo de lotes temáticos a diversos colegios con el propósito de que estas viejas historias no caigan en el olvido.



De acuerdo con el portal de la biblioteca, la muestra recoge además fotografías de portadas de volúmenes publicados en los años 30 o los 40 del pasado siglo, que contrastan con las ediciones más modernas.


Blancanieves según la visión fílmica de Walt Disney.

Asimismo, informó que dicha exposición, que podrá ser visitada hasta el 1 de marzo próximo, surgió de una colaboración entre el colegio público 'La Paloma' y la Biblioteca 'Menéndez Pelayo'.


Nacido el 24 de febrero de 1786 en Hanau, Alemania, Wilhelm Carl Grimm fue un reconocido filólogo, historiador y escritor, que junto con su hermano Jacob Ludwig (1785-1863), realizó una serie de recopilaciones y estudios sobre cuentos folclóricos de su país, mismos que les proporcionaron fama y prestigio mundial.



Blancanieves. Una version española silente. Dirigida por Pablo Berger

Las vidas de los hermanos Grimm corrieron en paralelo durante gran parte de su existencia: hijos mayores de una familia acomodada y de convicciones profundamente religiosas y tradicionales, la muerte prematura del padre (un abogado acomodado), en 1796, y de la madre, en 1808, dejó a la familia en una situación económica muy comprometida.




Los hermanos realizaron estudios en Kassel y en Marburgo, donde conocieron y recibieron la influencia del poeta y folclorista Clemens Brentano y del jurista Friedrich Karl von Savigny, quienes despertaron en ellos la pasión tanto por la literatura popular como por los estudios comparados de Derecho y de Historia antigua y moderna.



Los problemas de salud de Wilhelm le impidieron, al contrario que a su hermano, encontrar una ocupación estable hasta 1814, cuando fue aceptado como secretario de la biblioteca del príncipe elector de Kassel; tres años antes, en 1811, había publicado su primer trabajo importante en solitario, 'Cantos épicos daneses antiguos'.



Un año después, en 1812, los hermanos Grimm publicaron la primera edición de los 'Cuentos de la infancia y del hogar', que conocería una segunda edición, revisada y modificada, en 1816.



La segunda edición de los dos centenares de cuentos folclóricos recogidos por ambos hermanos de la tradición oral, fue editada con escasos retoques, lo que la convirtió en la primera obra realizada en la historia con criterios auténticamente rigurosos y científicos, muy cercanos a los que utiliza la etnografía moderna. contó con un prólogo de Wilhelm Grimm titulado 'Sobre la naturaleza del cuento'.


Espejito, Espejito. versión de Blancanieves con Julia Roberts como la malvada reina

En dicho texto, Wilhelm defendió que los cuentos folclóricos contemporáneos descendían directamente de los mitos religiosos antiguos, y que su importancia literaria e histórica estaba muy por encima de lo que se había tradicionalmente considerado hasta entonces.


En el mismo año en que publicaron la segunda edición de sus cuentos, los hermanos Grimm renunciaron a sus puestos de funcionario para dedicarse, en condiciones bastante difíciles, al estudio de la literatura folclórica y antigua alemana.




Entre 1816 y 1818 publicaron varios volúmenes de Leyendas alemanas y, poco después, en 1821, Wilhelm Grimm publicó un estudio sobre las antiguas runas.


En 1826 ambos publicaron su traducción de las 'Leyendas y tradiciones de hadas del sur de Irlanda', de Thomas Crofton Croker, para la que escribieron un prólogo que resumía sus ideas sobre los cuentos de esos seres mágicos paneuropeos.



Estudio de los hermanos Grimm

También por aquellos años, los hermanos Grimm se ocuparon intensamente del estudio de textos literarios arcaicos con fuerte presencia de lo popular, y realizaron importantes trabajos sobre el 'Cantar de los Nibelungos' y 'El pobre Heinrich', de Hartmann von Aue.

A finales de la década de 1820, cada hermano eligió seguir caminos intelectuales propios, aunque nunca dejaron de estar muy unidos en lo personal.


Blancanieves y la leyenda del cazador

Mientras Wilhelm continuaba su labor medievalista con un trabajo titulado 'Las leyendas heroicas alemanas', Jacob volvió a centrarse en los estudios filológicos de carácter eminentemente linguístico.

En 1829 perdieron el favor del príncipe elector de Hessen-Kassel, por lo que se vieron obligados a trasladarse a la cercana Universidad de Göttingen, donde durante años desarrollaron labores de bibliotecarios y profesores.



Cuando el recién coronado rey de Hannover abolió en 1833 una constitución moderada que consideraba excesivamente liberal, la protesta de los hermanos Grimm, junto con otros cinco profesores, no se hizo esperar y como resultado fueron destituidos de sus cargos.



En 1840 aceptaron la invitación del rey de Prusia, Federico Guillermo IV, para enseñar en la Universidad de Berlín. La estabilidad y tranquilidad que les ofreció su nueva situación les permitió comenzar la empresa más ambiciosa de cuantas se propusieron: el 'Diccionario alemán'.


Casa de los hermanos Grimm

En él ofrecen una vasta recopilación de todas las voces alemanas con anotación de etimologías, variantes a lo largo de la historia, desarrollos semánticos, usos diversos, dialectalismos, coloquialismos y citas de dichos y proverbios.



Tal empresa no pudo ser culminada por sus iniciadores, y es que Wilhelm murió el 16 de diciembre de 1859, en Berlín, justo cuando la redacción del diccionario había llegado hasta la letra D, y Jacob cuando alcanzaba a la letra F




De acuerdo con los expertos, nuevas generaciones de filólogos concluirían su ambicioso empeño, que habría de servir de modelo a muchos otros diccionarios históricos que se proyectaron en otros lugares de Europa.




Tomado de Informador



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Richard MontenegroPerteneció a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul; también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada por la misma editorial en 2008 , en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica y en 2015 del ebook Tres años caminando juntos ambos libros editados por el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana y en el diario Ultimas Noticias Gran Valencia; en las revistas electrónicas hispanas Alfa Eridiani, Valinor y Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en portales o páginas web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.