TEOREMAS DE LOS ADIOSES Y LOS AJUSTES DE CUENTA
Ay, cásate y no te quedes jamona que en el cielo tienen su elefante ahora. Héctor Lavoe, canción “Se acaba este mundo” del álbum The Hustle (1968).
¡Qué tarde es comenzar a vivir en el momento mismo en que es preciso cesar! ¡Qué loco olvido de nuestra condición mortal demorar hasta los cincuenta o sesenta años las resoluciones sensatas, y querer debutar en la vida a la edad en que pocos hombres llegan! Séneca, De la brevedad de la vida.
Nosotros tenemos un apetito por las relecturas de lo vivido, los balances y los estados demostrativos de pérdidas y ganancias. Luego nos consolamos fallidamente en proyectos de vida futura, presupuestos y créditos sobregirados que no soportan los efectos erosivos del tiempo abrazado al despropósito. No nos gusta escuchar voces agoreras que cuestionen y hundan en la desilusión la historia de vida que habíamos diseñado con suma prudencia; el escepticismo nos arranca de raíz respecto al confortable espacio de los discursos autorizados, los dogmas y el exquisito y ciego gregarismo de las escuelas de toda índole. Así lo reconoce la voz poética de Carlos Néjar:
Cerrado por inventario
comprando y vendiendo
al detal de estar viviendo,
peso mis ambiciones
en la balanza de la muerte
y soy tan extraño a mí mismo
que parezco otro.
La mosca se estrella de improviso en el diáfano cristal del parabrisas. Solamente para que no nos demos cuenta que hemos sido víctimas propiciatorias del discurso del poder. Remedando este pequeño, cotidiano y burocrático infierno, Teoría de las Despedidas de Guillermo Cerceau supone una requisitoria contra los recovecos del pensamiento snob, primario y reptil con el que el poder pretende acorralar y aterrorizar al hombre inmerso en la manada bovina que se apresta a la gran degollina. Los falaces hallazgos teóricos de nuestras academias no son más que el eufemismo sobre el cual echa raíces la tiña del poder: esperpento endogámico y falangista que premia con Doctorados y prebendas la medianía, la estupidez y el fraude. No nos conmueven los cuadros apocalípticos y pavosísimos que nos pintan sus autoridades en tanto mera justificación presupuestaria y rentista, ni mucho menos los alaridos revanchistas de los burócratas de siempre, entorpecidos la lengua y el espíritu en el alcohol barato y las hablillas de los brindis por la cultura. Los eventos que pretenden celebrarla tan sólo constituyen obscenos y decadentes pretextos para el narcisismo y el espaldarazo cómplice y lisonjero. Guillermo lo predica sin medias tintas: “nos quedan dos variedades principales de pensadores: aquellos que no tienen nada que decir, pero esa nada la dicen con gracia, con estilo, y que seguirán siendo leídos porque leer, después de todo, es también un placer, y quienes lentamente, silenciosamente, luchan por construir un pensamiento, un discurso, una palabra que sirva de algo (sin necesariamente estar reñida, esta tarea, con la belleza o la complejidad). El tiempo dirá cual de las dos variantes del acto de pensar prevalece, no porque Cronos se ocupe de este sector parásito del quehacer humano, sino porque su destino está ligado a cosas más trascendentes, como las luchas de los pueblos y las artimañas de los poderes constituidos para frenarlas”. Es oportuna entonces la propuesta del poeta Faver Páez que propicia velar en capilla ardiente a estos crípticos pensadores que han hecho perder el tiempo a más de uno (valga el banquete en la modalidad de la Gastronomía de la Miseria).
Guillermo Cerceau |
José Carlos De Nóbrega. Ensayista y narrador venezolano (Caracas, 1964 - Valencia, 2023). Licenciado en educación, mención lengua y literatura, de la Universidad de Carabobo (UC). Forma parte de la redacción de la revista Poesía, auspiciada por la misma casa de estudios. En 2007 su blog Salmos compulsivos obtuvo el Premio Nacional del Libro a la mejor página web.
En 2015, fue profesor invitado por la Universidad de Salamanca para dictar un curso sobre literatura venezolana, auspiciado por la Cátedra Ramos Sucre de la USAL y el CENAL.
Ha publicado dos volúmenes de ensayo: Sucre, una lectura posible (Universidad de Carabobo) y Textos de la Prisa (Gobernación del estado Carabobo) en 1996. Los libros de ensayos Derivando a Valencia a la Deriva (2007) y Salmos Compulsivos por la Ciudad (2008, versión digital en www.letralia.com) han sido publicados por las editoriales “El Perro y la Rana” y “Letralia” respectivamente. En mayo de 2008, la Editorial Letralia publicó Para machucar mi corazón: Una antología poética de Brasil (serie Transletralia, versión digital en www.letralia.com), de la cual es el compilador y el traductor. En 2011 apareció el libro de ensayos Salmos Compulsivos, bajo el sello editorial Protagoni, c.a..
El Fondo Editorial Fundarte publicó el libro de cuentos El Dragón Lusitano y otros relatos, en 2013. En 2014,
Fundarte hizo públicas dos traducciones a saber: los libros de poesía Las imaginaciones / El soldado raso. de Ledo Ivo y la novela La Pasión según G.H., de Clarice Lispector. También tradujo Dispersión / Indicios de Oro, del poeta portugués Mário de Sá Carneiro.
Ha colaborado en diversas publicaciones periódicas: Poesía, La Tuna de Oro, Tiempo Universitario, Letra Inversa del diario Notitarde, Laberinto de Papel, Revista Nacional de Cultura, Imagen, suplemento Letras del diario Ciudad Ccs, el diario Vea y Fauna Urbana.