Estimados Amigos
Hoy tenemos el placer de hacerles llegar la presentación del libro La espera imposible de la poetisa Cecilia Ortiz que nuestro amigo Alberto Hernández tuvo el gusto de leer el pasado domingo 16 de octubre de 2016 en el salón Teresa de la Parra en la Feria del Libro de la Universidad de Carabobo FILUC. En un espacio pequeño ante un publico ávido de poesía Alberto Hernández nos dio las claves para adentrarnos en la obra de Cecilia Ortiz. Hernández con un eficaz manejo verbal nos guió cualcicerone literario hasta los versos de Ortiz. Al finalizar Hernández su lectura la poetisa Cecilia Ortíz derramó sus palabras de agradecimiento a la culminación de su espera y compartió algunos versos con el selecto público.
Teresa de la Parra |
El sábado 22 de octubre a las 11:30 am el libro "La espera imposible" será presentado nuevamente en Caracas en la librería Kalathos por la escritora María Clara Salas.
La Librería esta ubicada en la 8va transversal con 3a Av de Los Chorros. Centro de Arte Los Galpones., Caracas, Venezuela.
La edición de La espera imposible se logró gracias al aporte del Teampoetero, grupo promotor de la poesía en facebook y twitter. Team Poetero es una iniciativa sin fines de lucro que difunde poesía a través de redes sociales y medios tradicionales. Es un esfuerzo entusiasta que apoya iniciativas como "Proyecto Sonorámica", recitales poéticos como "El amor no es de astutos" y el Concurso Nacional de Poesía Joven "Rafael Cadenas". Además, Team Poetero coordina, junto a otras organizaciones, diversos proyectos relacionados a la movida literaria actual. Su objetivo es impulsar la lectura, reconocimiento y publicación de la poesía venezolana. @TeamPoetero
Luego del acto de presentación habrá una degustación de vino, cortesía de Casa Donoso, una propuesta única traída directamente de los terrois del Valle del Maule en Chile.
La Librería esta ubicada en la 8va transversal con 3a Av de Los Chorros. Centro de Arte Los Galpones., Caracas, Venezuela.
La edición de La espera imposible se logró gracias al aporte del Teampoetero, grupo promotor de la poesía en facebook y twitter. Team Poetero es una iniciativa sin fines de lucro que difunde poesía a través de redes sociales y medios tradicionales. Es un esfuerzo entusiasta que apoya iniciativas como "Proyecto Sonorámica", recitales poéticos como "El amor no es de astutos" y el Concurso Nacional de Poesía Joven "Rafael Cadenas". Además, Team Poetero coordina, junto a otras organizaciones, diversos proyectos relacionados a la movida literaria actual. Su objetivo es impulsar la lectura, reconocimiento y publicación de la poesía venezolana. @TeamPoetero
Luego del acto de presentación habrá una degustación de vino, cortesía de Casa Donoso, una propuesta única traída directamente de los terrois del Valle del Maule en Chile.
Cautiverio
No puedo salir más de la casa
respeto la sombra
sólo hay tiempo para la poesía
riega la abundancia interior
florezco
y el perfume queda para después
Cecilia Ortiz
Poema extraído de La espera imposible
*******
Crónicas del Olvido
LA ESPERA IMPOSIBLE
Alberto Hernández
1.-
El poema siempre es uno. Y el riesgo de
escribirlo no deja de ser múltiple. Por eso se decanta, madura. Es teoría y
luego escritura. Es sombra en lo adentro y luego luz sombría en el afuera. En
su hacer no deja de ser.
El poema silencia a quien lo escribe porque
el poema es de naturaleza silenciosa.
Un poema, el poema, siempre hace nido en
quien lo aparta un tiempo. El poema se cuece a fuego lento mientras la
madrugada del poeta se asienta en el silencio del insomnio. Quien no duerme
fabrica poesía. Y hasta retorna del silencio en medio de la más densa realidad.
He allí entonces la metáfora, la capa que
cubre lo que fue pensamiento y ahora es voz, palabra o tachadura.
Cecilia Ortiz es una poeta hija de esos
silencios. De los tantos que se advierten poesía en el lector, en quien ahora es
también metáfora de esa zona a veces oscura que es la palabra.
“La espera imposible” es un poemario cuya
razón misma es la poesía. Es un libro donde la voz del poema, digamos la
poesía, es el personaje. Es la materia dirigida a quien la tome:
“así estoy con los otros,
soy por los otros”.
“así estoy con los otros,
soy por los otros”.
Esa es la palanca que mueve esta voz
silenciosa, publicada por Oscar Todtmann Editores, en la
Caracas de este año 2016, y en la que el lector nada hasta alcanzar el epígrafe
que también se lee como epílogo escrito por Miguel de Cervantes y Saavedra:
“…andarse por los bosques y prados cantando
y tañendo, y, lo que sería peor, hacerse poeta que, según dicen, es enfermedad
incurable y pegadiza”.
2.-
Esperar el poema. Esperar lo imposible.
Todo poema es un imposible, porque la realidad en el poema no existe. Pero el
poema en la realidad sí existe, toda vez que se trata de un artefacto, de un
artilugio que contiene lo imposible. De allí la espera. Y así el cuerpo del
poeta: una arquitectura hecha de espera, de edades, de un tiempo silencioso. De
sueños que no son.
Y mientras se da el poema, la espera
acontece y desata la vocación de quien dice: “A la poesía hay / que abandonarla
// Sucumbirla// para quedar con sus mejores retoños”.
El poema germina y después florece,
entonces, con la savia de la espera. Con la clorofila del silencio, con la luz
del insomnio.
Quien hace poesía es “voz antigua”, voz de
los tantísimos otros, pero también de los que no han sido. Ambos, guarnecidos
por el silencio. Hay un silencio del pasado y un silencio del futuro. Sólo el
presente habla, pero posibilita el eco de ambos extremos y se dice, se decanta,
vibra desde el instante en que quien combina las palabras se hace a sí mismo.
Cecilia Ortiz, atada a este y otros
tiempos, reza:
“Ahora hay
que guardar silencio
para que venga
la metáfora
ideal
y no escape
a la realidad imposible”.
que guardar silencio
para que venga
la metáfora
ideal
y no escape
a la realidad imposible”.
Dos realidades, la metáfora como posible y
el bullicio como realidad que no se da. La poesía anda en el silencio:
construye su tectónica con la transmigración de los significados. Viajan y se
cruzan, se metamorfosean: son metáfora en la medida en que lo imposible no sea
realidad.
La metáfora es lo posible.
Sandy Juhasz, Alberto Hernádez y Cecilia Ortiz en el Salón Teresa de la Parra. Fotografía de Alberto H. Cobo. |
3.-
La traslación de significado alude una
metástasis. Si bien la metáfora, esa espera que se hace desde lo imposible,
atiende, como afirma Derrida, a la “composición de las enfermedades”. Y si la
poesía es un mal pegadizo, deviene éste en reforzamiento de la realidad, del
dolor, de la palabra como una patogenia. La cura: el poema como raíz
silenciosa, como permanente espera, como ese imposible que inflama el alma y se
hace actividad onírica:
“Estoy soñando un libro
escrito en las tinieblas
La realidad urge…”
escrito en las tinieblas
La realidad urge…”
Y de todo lo anterior: el sueño en un
poema. El poema en un sueño insomne. Se asoma Pessoa un instante. Y habla la
poeta de la musa, de las diosas que aparecen y desaparecen. De allí que:
“No estaba listo el poema
me detuve en la ventana”.
me detuve en la ventana”.
Y sonó Rilke. Y quedó nombrado, una
referencia, un estadio nominal.
La lectura desnuda a quien la aproxima a su
soledad, tan humana que orbita en lo imposible. No hay nada más imposible que
lo que sueña el ser humano.
Así:
“Vivir en el latido de un poema”.
La poética de Cecilia Ortiz, en casi toda
su obra, transita por esta preocupación: escritura, hondura de pensamiento y la
palpitación incesante del insomnio como ente creativo:
“Mejor escribir
que dormir
así veo los sueños
con los ojos abiertos…”
que dormir
así veo los sueños
con los ojos abiertos…”
Cecilia Ortiz en el Salón Teresa de la Parra. Fotografía de Alberto H. Cobo. |
4.-
Para confirmar todo lo anteriormente
expresado, “La espera imposible” se hace aforística. Habla de lo que se puede
hacer. De lo que no se puede decir, en tanto creación esquiva, en tanto
enfermedad, insania de la que no se sale ileso.
Y una vez revelada, una vez despierto el
ánimo, posibilitada la espera, admite que
“No llego a la palabra”.
Aunque ésta ya quedó escrita. El poema ha
sucumbido, existe.
Cábala
Callar como si hubiera
razón de silencio
espiral poético
con el esfuerzo pertinaz
del que actúa sobre la nada
Cecilia Ortiz
Poema extraído de La espera imposible
Alberto Hernández
Nació en Calabozo, estado Guárico, el 25 de octubre de 1952. Poeta, narrador y periodista. Se desempeña como secretario de redacción del diario “El Periodiquito” de la ciudad de Maracay, estado Aragua.
Fundador de la revista literaria Umbra, es miembro del consejo editorial de la revista Poesía de la Universidad de Carabobo y colaborador de publicaciones locales y extranjeras. Su obra literaria ha sido reconocida en importantes concursos nacionales. En el año 2000 recibió el Premio “Juan Beroes” por toda su obra literaria.
Ha publicado los poemarios La mofa del musgo (1980), Amazonia (1981), Última instancia (1989), Párpado de insolación (1989), Ojos de afuera (1989), Bestias de superficie (1993), Nortes (1994) e Intentos y el exilio (1996). Además ha publicado el ensayo Nueva crítica de teatro venezolano (1981), el libro de cuentos Fragmentos de la misma memoria (1994) y el libro de crónicas Valles de Aragua, la comarca visible (1999). Recientemente ha publicado «Poética del desatino» y «El sollozo absurdo».
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