Todo escritor importante que se precie debe tener un saco con coderas de cuero |
Estimados Amigos
Hoy compartimos con ustedes este simpático texto escrito por Andrés Burgos. Y donde se establecen las condiciones para ser un escritor prestigioso en Colombia. Sería mas que interesante que un escritor venezolano se atreviese a escribir el equivalente de esto texto en nuestro país. Siempre hemos dicho que sería muy útil conocer cuales son las características del escritor famoso en Venezuela. Hacemos un llamado público desde esta palestra virtual y estaremos a la espera de esa alma caritativa que cargará tan portentoso peso sobre sus hombros. Aunque lo más probable es que nadie responda a nuestra súplica para evitarse enfrentamientos con el todo poderoso gremio oficial de los escritores reconocidos.
Deseamos disfruten de la entrada.
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1. Lo piratean.
2. Empiezan a circular escritos suyos apócrifos. Allí se supone que
confiesa que si volviera a vivir comería más chocolate o vería más
atardeceres. También se le achacan aforismos por el estilo de Puedes ser solamente una persona en el mundo pero para una persona tú eres el mundo.
3. Alguien de la farándula menciona su nombre cuando en una entrevista le preguntan qué está leyendo.
4. Alguien lo relee.
5. Plinio Apuleyo Mendoza, en algún artículo, recuerda la tarde en la que se tomó un café con usted en París.
6. En una multitud alguien grita ¡maestro! y usted se voltea a mirar sin sonrojarse.
Plinio Apuleyo Mendoza |
9. En una fiesta se puede portar como un viejo verde. Da igual,
alguien lo considerará una muestra de su picaresca erótica y un día
reconstruirá la anécdota con tono complaciente.
10. Quienes toda la vida lo llamaron por su nombre, ahora lo hacen por su apellido... probablemente por sus dos apellidos.
11. Nadie osa burlarse de usted si sale en una foto con la mano en la barbilla.
12. A la vuelta de la esquina hay un extraño dispuesto a abordarlo
para decirle que él también es escritor y de algún modo deja implícito
que no lo han publicado porque no pertenece a las roscas.
13. Lo ha atosigado alguna vez un borracho que quiere contarle la historia de su vida, porque es como para un libro.
14. Ya dejaron de decirle que usted nunca va a ser tan bueno como ese otro que se murió.
Efraim Medina |
15. Está en capacidad de presentar a quien lo acompaña, sin inmutarse, como “mi editor para Colombia y los países del Pacto Andino”.
16. Un profesor de la Universidad de Illinois publica un artículo
sobre la factividad, el corte epistemológico y la estructuración
semémica en su obra temprana.
17. Al cumplir cincuenta años existen por lo menos tres
fotografías, publicadas en revistas míticas de lustros diferentes, en
las que usted sale vistiendo saco de paño con parches de cuero en los
codos. También hay una de su juventud en la que está fumando en blanco y
negro y tiene un aire a Bob Dylan. Si usted es una joven revelación,
existen por lo menos dos fotografías en las que tiene un aire a Bob
Dylan y probablemente en un futuro aparezca en una vistiendo una
chaqueta con parches de cuero en los codos.
18. La gente se toma en serio sus opiniones políticas.
19. Alguien considera un valor literario que exista un rumor acerca de que usted tuvo un affaire, durante esos años locos, con una poderosa promotora cultural o una mecenas perteneciente a la nobleza europea.
20. Sufre de sobrepeso y asma... y su biógrafo —tiene biógrafo— es capaz de describirlos como atributos literarios.
21. No importa que usted tartamudee, ni que su voz sea fea y
aburrida: lo invitan con entusiasmo a hacer lecturas públicas. Al final
los asistentes aplauden de pie.
Santiago Gamboa |
22. En esas lecturas hay, además de un promedio de tres
poetas nadaístas borrachos, un puñado de estudiantes de literatura que
fuman cigarrillos sin filtro, tienen el pelo sucio y creen que se está
tomando en serio lo que le dicen cuando lo rodean. Usted, mientras
tanto, se los imagina desnudos (a los estudiantes, no a los nadaístas,
¡por Dios santo!).
23. Cada año lo contactan de una revista no literaria diferente
para preguntarle qué regalaría y qué le gustaría que le regalaran en
Navidad.
24. Su tiempo es muy preciado para perderlo leyendo bobadas como
esta lista. Pero si por esas casualidades del destino lo hace, asume que
fue escrita teniendo en mente a su rival histórico: ese cabrón o esa
puta. Piensa, además, que se la inventó algún envidioso que estaría
dispuesto a embarcarse en una cadena de envenenamientos selectivos para
ocupar su lugar. Probablemente tiene razón.
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