sábado, 29 de julio de 2023

GÉNOVA: LA SERENÍSIMA SEÑORA DEL MAR

 

Génova. Imagen tomada de Italia.It



Estimados Liponautas

Hoy le acercamos este texto escrito por Victoria Pulido Simme. Génova es la cuna del viajero extranjero más conocido en Venezuela. El que cruzó valientemente el Atlántico para llegar hasta esta tierra de gracia. Y no hablamos de Humboldt ni de Colón, sino del valiente  Marco Rossi, quien desde una humilde morada en un pueblo italiano al pie de las montañas atravesó las columnas de Hércules para llegar a la tierra del ñandú y las boleadoras. Más de uno me objetará la mención de este viajero solo porque es un personaje literario del cuento “De los Apeninos a los Andes”  creado por Edmondo De Amicis para su libro Corazón: Diario de un niño. El mencionado cuento fue adaptado a formato de dibujo animado en Japón, los japoneses le llaman a este formato animé, en 1976 y fue titulado Haha o Tazunete Sanzenri (母をたずねて三千里 lit. Tres mil leguas en busca de mamá?). Al ser transmitido en Venezuela, por el desaparecido canal televisivo RCTV, fue todo un éxito, tanto que Marco parecía haber llegado a Venezuela y no a la Argentina. Me suelo preguntar si a Marco le hubiese gustada la arepa aunque muchos de sus compatriotas al llegar al país la adoptaron sin chistar y más de uno al regresar a Italia la llevó consigo para darse calor. La influencia de esta comiquita (en Venezuela se le dice comiquita a las  historietas y a los dibujos animados) fue tan grande que Marco Rossi vive en el corazón y en el recuerdo de muchos niños de hoy, ayer y siempre. Mucha gente en emocional intimidad canta o tararea el tema musical inicial de la versión en español de la serie Adiós, mamá; letra de Alfredo Garrido García, música de José Torregosa Alcaraz e interpretado por el niño, para ese entonces, José María López Pascual. Tiempo después fue transmitida la versión animé de Corazón de Amicis creo que por el mismo canal. Mucha gente en Venezuela conoce a De Amicis gracias a los animés o comiquitas japonesas.

 

Los vínculos de Génova con el hoy territorio venezolano son muy antiguos, podría decirse que son fundacionales y genéticos. El primer asentamiento europeo en Venezuela fue un campamento en la isla de Cubagua, que se convertiría en la ciudad de Nueva Cádiz de Cubagua, la primera ciudad europea de lo que sería Venezuela y de América del Sur. Suele decirse que esta ciudad fue fundada por Santiago Castellón en 1500, aunque a fecha mas cerca de la realidad sea 1517.  Castellón (Castellanización de Giácomo Castiglionne), era un marino genovés* al servicio de la corona española , también figura como uno de los fundadores de Cumaná, la ciudad europea más antigua aún en pie en tierra firme de  América. En 1528 Castellón fue teniente de alcaide de esta población y en 1591 el rey Felipe II le otorga el titulo de ciudad junto con su escudo. 

Ahora disfruten del trabajo de Victoria Pulido Simme.


Richard Montenegro




«Marco: de los Apeninos a los Andes» (Entrada en español) [CC]



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Uno de los reportajes escritos por Victoria Pulido Simme, quien hoy está de cumpleaños y pongo esto para el acto de recordar.

José Pulido


TURISMO EN GÉNOVA

¿Eran nómadas o sedentarios?

comieron pollo frito estadounidense 

en la estación de Brignole

escuchando el rumor de los trenes

y avanzaron hacia el muelle sin pensar en los barcos

sábado, demencia alegre

Bajo un alud de nubes

los leones de mármol, la catedral de San Lorenzo

piedras blancas y negras amasando un esplendor románico 

y un argumento gótico

(Los Pobres Caballeros de Cristo eran estrictamente serios

aun estando en las cruzadas pagaban la construcción de iglesias

para alojar los huesos y cenizas de la santidad

¿En dónde está rodando la cabeza de San Juan Bautista?)

Se repetían y sonreían cientos de rostros en cascada

modosa rutina intramuros

turistas transportando su torre de Babel

en el centro de Génova contagiándose fotografías

-el alma de la ciudad es la cosa más vieja-

pasaron frente a la Stanza de la Poesía 

había acordeones desembarcando en una acera

y también se escuchaba el agua de la fuente 

Por todas partes la ciudad bullente   

con músicos desparramando tangos y boleros

música colombiana y cierto frenesí

mucho después el tránsito azorado 

deseaba adivinar el resto de las caras

de algunas personas que pasaban

con ojos asustados y mascarillas poco idóneas

para cruzar desiertos y batallas

pero sentían la sed y las espadas, los cascos y las cruces

teniendo oídos sordos y sin embargo se escuchaba 

una respiración distante y otra cercana

distante y cercana,

distante y cercana

como si la ciudad se fuera y regresara

José Pulido

2019



Plaza Ferrari. Génova. Fotografía de Gabriela Pulido Simne.


GÉNOVA: LA SERENÍSIMA SEÑORA DEL MAR


Victoria Pulido Simme

Génova -antigua República Marina, capital de la región de Liguria- ha intentado modernizarse para atraer a un mayor número de visitantes, y para mejorar las inversiones internas. Génova es una ciudad portuaria, con un pasado importante, como Barcelona. Pero a diferencia de esta última, no ha podido alzarse de una decadencia que ha arrastrado por más de un siglo.  No obstante los esfuerzos para hacerla más amable, menos dura, Génova continúa monstrándose como una señora austera, casi un fortín morisco.

En el fondo, la ciudad no es más que “un conjunto de tantas cosas: memorias, deseos, señales de un lenguaje...”, decía Ítalo Calvino.  Para conocer GénovaZena, su nombre en dialecto genovés- debe uno vestirse de viajero calviniano y  recorrerla con una mirada escrupulosa.  Así, uno descubre que la ciudad no grita su pasado sino que lo susurra a través de su arquitectura. 

Génova tiene una geografía irregular, lengua de montaña que lame el mar. Carece de los elementos que la podrían hacer parecer una ciudad de postal. Es un territorio apenas modificado por el hombre, pues la naturaleza le ha dado características de fortaleza, condición necesaria de una república marina para ser inexpugnable. 

Génova. Imagen tomada de Costacruceros.es


No obstante, Génova posee lugares que impresionan, que se quedan en la memoria, imágenes de una Génova ideal, modelo de lo que esta ciudad quiso ser y fue. Una peculiaridad genovesa, es sin duda alguna, i Rolli, un registro oficial de hospitalidad pública; es decir, las grandes familias genovesas ponían a disposición sus casas para recibir a los huéspedes de alto nivel (embajadores, reyes, grandes comerciantes). Era un registro dividido en categorías, según la calidad arquitectónica, la representación y el poder que cada familia o clan tenía en la sociedad de aquella época. Ennio Poleggi, uno de los estudiosos que ha promovido el rescate de estos edificios, definió esas estructuras como una especie de Reggia Repubblicana o Palacio real repúblicano, el cual comprendía aproximadamente 80 edificaciones que pertenecían a banqueros, mercaderes, armadores de barcos, entre otros.

Un número importante de estos inmuebles se encuentran en la Strada Nuova, hoy conocida como vía Garibaldi. En la actualidad esta calle alberga algunos de los museos más importantes de la ciudad: Palazzo Rosso (guarda obras maestras de Veronese, Guido Reni, Guercino y Bernardo Strozzi) y el Palazzo Bianco (de Hans Memling, Gerard David, Jan Provost, Rubens, Van Dyck, Caravaggio y Alessandro Magnasco).  Ha sido declarada patrimonio mundial de la Humanidad, por la Unesco, el 13 de julio 2006. La Vía Garibaldi está situada entre las Plazas Fontana Marose y Meridiana, en pleno centro de Génova; y forma con vía Balbi y Cairoli el centro histórico habitado más grande de Europa

Vía Garibaldi. Imagen tomada de Wikipedia


Strada Nuova fue creada en la segunda mitad del siglo XVI - aproximadamente en el 1550-, el siglo que pasará a la historia como El Siglo de los Genoveses (1536-1640). En aquel período, Génova se asemejaba a una media luna, con su importantísimo y ocupado puerto, lleno de edificios, torres y campanarios. La aristocracia local tenía como intención acercarse al mar, pues hasta ese momento habían preferido vivir en las zonas montañosas de Génova. La zona que escogieron se encontraba en los declives de la colina donde se encontraba Castelleto, un fuerte que dominaba la antigua república genovesa. Era una zona urbana periférica poco edificada, pero se encontraba muy cerca del centro mercantil del puerto. Era una manera de estar cerca del movimiento comercial de la ciudad pero al mismo tiempo mantenerse alejados del contacto cotidiano con las clases más pobres. La construcción de la Strada Nuova fue organizada por cinco grandes familias genovesas, entre ellas los Doria.

La primera intervención que se hizo para la realización de la Strada Nuova consistió en mudar el prostíbulo de Montalbano, que se encontraba en aquella zona, al área de Castelleto. Fue así, como el fuerte perdió su función militar. El Ayuntamiento inició el proyecto, dividiendo el terreno en nueve lotes que fueron vendidos en subasta pública. Con las ganancias de estas ventas, el Ayuntamiento financió algunos importantes trabajos en la ciudad, como la edificación de la cúpula de la Catedral, y el nuevo muelle, entre otras cosas. 

Los años sucesivos, del 1552 al 58, los trabajos se suspendieron, a causa de la guerra de Corsica. Al reiniciar las obras, se hicieron trabajos considerados impensables en aquella época: la colina donde se encontraban los lotes fue aplanada, y se realizaron los trabajos de aguas negras, así como la fundación de los primeros edificios señoriales. La pavimentación definitiva de esta calle se hizo en 1591. Y el último edificio fue construido en el año del 1716.

En 1882, la Strada Nuova cambio de nombre y se llamó Vía Garibaldi. En esta calle se alinean mansiones renacentistas y barrocas de insólito esplendor, por sus majestuosos atrios, escaleras, salas, frescos, magníficos jardines colgantes rodeando el edificio que en los años precedentes permitían dialogar con la naturaleza, a pesar de que se encontraba en pleno centro urbano.

Las grandes familias genoveses (entre estas los Spinola, Lomellini, Grimaldi) hicieron de esta calle su centro de residencia. Fue, por así decirlo, uno de los primeros barrios residenciales en Europa y al mismo tiempo, un ejemplo de un nuevo concepto y tipología habitacional. Representa, además, un primer ejemplo en toda Europa, de un proyecto de ordenación urbana con un marco unificado. Esta calle tiene un significado simbólico tangible para los genoveses:  el orgullo de una ciudad que llegó al apogeo como República Marina y fue soberana de toda el área del mar Mediterráneo.

Palazzo Spinola, via Garibaldi (anteriormente Strada Nuova), Génova: sección transversal a través del patio y el pórtico mirando al oeste. Imagen tomada de Riba.


La Strada Nuova ha llamado la atención y fascinado a visitantes y estudiosos en distintas épocas. Uno de los primeros admiradores de esta vía fue el pintor Peter Paul Rubens -quien estuvo muchas veces en Génova a principios del 1600- dedicó un libro a los edificios de Strada Nuova, en el cual realizó varios dibujos de los planos de las calles, así como bocetos con la perspectiva de esa calle que tanto le fascinó. Dicho libro fue publicado en Anversa, en el 1622, y dio mayor fama a esta calle genovesa.  

Retrato de Charles Dickens (1812—1870) por Margaret Gillies RWS (1803—1887)
Imagen tomada de Arts and Collections


Charles Dickens hace una descripción detallada de esta calle, en su libro Pictures from Italy (1843): “...La vi la primera vez bajo el fulgido e intenso turquesa de los cielos veraniegos, que las dos filas de inmensas moradas recostadas reducían a una línea de preciosísima luz, la cual iba menguando gradualmente, y contrastaba con las graves sombras de la parte inferior (...). Son infinitos y particulares los detalles de estos ricos palacios: los muros están poblados con figuras de las obras maestras de Van Dyck. Grandes balcones de piedra pesada, colocados en fila uno sobre el otro simbolizan la imponente majestad y el poderío de los aristócratas que habitaban estas edificaciones. Vestíbulos sin portones, escaleras abiertas a las vista del público, gruesas columnas de mármol, robustos arcos, similares a los de una prisión, y cuartos tristes que repiten el eco y nos hacen fantasear.”



PETRARCA 


Imagen tomada de Biografías y Vidas.


Petrarca, el genial poeta y humanista italiano, considerado el primero y uno de los más importantes poetas líricos modernos, define a Génova como Señora del mar. Es bueno recordar que el perfeccionamiento del soneto, que realizó Petrarca, influyó en numerosos poetas posteriores, desde los españoles Garcilaso de la Vega y Quevedo hasta los ingleses William Shakespeare y Edmund Spenser. Su amplio conocimiento de los autores de la antigüedad y su restauración del latín clásico le valieron la reputación de "primer gran humanista", pero, además, contribuyó definitivamente a la instauración del italiano vernáculo como lengua literaria.


Retrato de Chéjov por Osip Braz (1898).


Chejov afirma que Génova es la ciudad más bella del mundo, al menos así lo dice uno de los personajes de La Gaviota


Foto de Nietzsche de Gustav Adolf Schultze, 1882.Imagen tomada de Wikipedia.


 Nietzsche comenta en varias cartas escritas a un amigo, que Génova podía ser comparada a un sur que ha perdido sus colores. “(...) He recorrido la ciudad como una sombra tras los recuerdos. Cuando uno va a Génova es como si se hubiera podido escapar de uno mismo: la voluntad se dilata y no se tiene el coraje de ser vil. No había sentido jamás el ánimo lleno de gratitud, como durante este peregrinaje a través de Génova”.

Louis EnaultImagen tomada de Gallica.bnf.fr.ark


Si los arquitectos que han construido Génova hubiesen tenido espacio, si hubiesen podido abandonarse a la fantasía y a sus caprichos sin obstáculos, no habrían podido encontrar los infinitos recursos y la múltiple variedad de motivos, diseños y disposiciones a las cuales las fachadas de sus edificios deben una originalidad de carácter, y que introduce en cada detalle lo inesperado de la grandeza”, Louis Enault, Breve visión invernal de un viajero normando (1852).


 Mark Twain en 1909.


Me gustaría quedarme aquí, preferiría no moverme. Puede ser que en Europa se encuentren mujeres más graciosas, pero lo dudo. La población de Génova es de ciento veinte mil ánimas: de estas, dos tercios son mujeres, y al menos dos tercios de estas mujeres son bellas; bien vestidas, finas, graciosas cuanto se puede ser sin ser ángeles. Aunque los ángeles no se visten tan bien...”. Mark Twain, Inocentes al extranjero (1867).


Vicente Blasco Ibañez retratado hacia 1900 por Antonio Fillol Granell


En ninguna parte de Italia ni en el mundo, se ha usado tanto, hasta el abuso, esta piedra (el mármol), preciosa y carísima en otros países, pero tratada aquí con el desprecio de la abundancia, hasta el punto de servir muchas veces para empedrar las calles (...). En la noche plena, cuando la iluminación pública comienza a ser escasa, estas calles estrechas, con sus paredes de mármol que parecen subir hasta las estrellas brillantes, recuerdan al pasante los alterados túneles de una cantera a la cual el cincel ha marcado caprichosamente perfiles, relieves: a la luz del sol estas heridas son prodigios de arte. Las antiguas glorias de la república genovesa, el poder de sus marineros y comerciantes se revela en estos grandes edificios, los cuales eran habitados por los patricios ligures, aquellas familias que con intrigas y conspiraciones se peleaban el puesto de Doge o capitán de la República”. Vicente Blasco Ibáñez, En el país del arte 1896.



“Génova yace en el mar como el esqueleto de un gigantesco animal tirado allí por la resaca”.  Heinrich Heine.



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Richard MontenegroPerteneció a la redacción de las revistas Nostromo y Ojos de perro azul; también fue parte de la plantilla de la revista universitaria de cultura Zona Tórrida de la Universidad de Carabobo. Es colaborador del blog del Grupo Li Po: http://grupolipo.blogspot.com/. Es autor del libro 13 fábulas y otros relatos, publicado por la editorial El Perro y la Rana en 2007 y 2008; es coautor de Antología terrorista del Grupo Li Po publicada por la misma editorial en 2008 , en 2014 del ebook Mundos: Dos años de Ficción Científica y en 2015 del ebook Tres años caminando juntos ambos libros editados por el Portal Ficción Científica. Sus crónicas y relatos han aparecido en publicaciones periódicas venezolanas tales como: el semanario Tiempo Universitario de la Universidad de Carabobo, la revista Letra Inversa del diario Notitarde, El Venezolano, Diario de Guayana y en el diario Ultimas Noticias Gran Valencia; en las revistas tangibles y electrónicas hispanas Fantastic-Films NeutrónAlfa Eridiani, Valinor. miNatura, Tiempos Oscuros y Gibralfaro, Revista de Creación Literaria y de Humanidades de la Universidad de Málaga y en portales o páginas web como la española Ficción Científica, la venezolana-argentina Escribarte y la colombiana Cosmocápsula.

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Victoria Pulido Simme




Victoria Pulido Simme, hija de José Pulido y Petruvska Simne Jelisich. 
Estudió periodismo en la Universidad Católica Andrés Bello. Estudió cine en el Royal College de Londres y en la Universidad de Barcelona, España, hizo un posgrado de dirección de cine. Fue una de las periodistas fundadoras de la revista Primicia, de El Nacional. Fue ganadora del premio a las Nuevas Firmas de El Nacional

2 comentarios:

  1. Muy bueno lo que hablas acerca de Marco, bueno también lo de Victoria Pulido Simme. No sé cuál es la sección escrita por Richard Montenegro, pero se agradece que lo tomes en cuenta, así es la ética.
    ~~~
    Ahora, voy a dejar algo acá que tiene que ver con el papel histórico de Génova en cuanto a su contribución para salvar a la civilización occidental

    https://tigrero-literario.blogspot.com/2021/10/lepanto-la-madre-de-las-batallas-o-el.html

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    1. Buenos días Alí Reyes. Gracias por tu lectura, por tu comentario y por el enlace. Bienvenido.

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