ENTREVISTA A RAY BRADBURY, AUTOR DE CIENCIA FICCIÓN
Ana D'Onofrio
"El e-mail es una pérdida de tiempo"
Viste bermudas, camisa, corbata, calcetines blancos y zapatillas. Sobre su nariz fuerte están calzados los anteojos de siempre. El pelo, blanquísimo, como de cuento infantil; la cara, franca y tostada. En la mesa escritorio, frente a él, cientos de papeles, sobres, cartas, libros, diarios, anotaciones, un teléfono, una radio, pequeños carteles. La mirada le brilla; la voz, potente, se vuelve un susurro cuando se pregunta cómo nació el universo. Ríe con ganas y dice que tiene tres libros para publicar este año y tres el próximo; que acaba de terminar un guión para cine, dos novelas, dos libros de poesía y uno de ensayos.
Ocho meses después de un ataque de apoplejía y recién cumplidos los 80, Ray Bradbury se emociona cuando habla de la vida y de Marte. Esa vibración es lo que más impacta de su presencia, aunque una mirada atenta podría descubrir a su derecha el bastón con cuatro patas que le ayuda a superar cierta dificultad en la pierna y el brazo de ese lado. "Gracias a Dios camino mejor y puedo hablar bastante bien -dice-. Y puedo crear con mi mente. Mi cerebro está bien. No fue afectado. Mi genio, o lo que fuere, quedó a salvo. Gracias al cielo."
El celebérrimo autor de ciencia ficción, padre de "Crónicas marcianas" (escrito hace 50 años) y de "Fahrenheit 451" (que será puesta en escena en enero próximo en Nueva York), se muestra en entrevista muy crítico con el uso que se hace de las nuevas tecnologías, y no duda en calificar el correo electrónico de pérdida de tiempo y fuente de cotilleos.
Pregunta -¿Continúa sin ordenador?
Respuesta -No lo necesito, ni yo ni mucha gente. Depende, claro, de lo que uno haga. Hace 60 años que uso la máquina de escribir. Tengo tanto entrenamiento que puedo escribir sin errores, incluso puedo hacerlo en la oscuridad. Escribí una novela en la oscuridad una noche en París, mientras mi esposa Maggi dormía. Trabajé sin encender la luz. Cuando amaneció, había terminado la novela.
Pregunta -¿Nunca tuvo un ordenador personal?
Respuesta -Me regalaron uno hace cosa de diez años, pero cometía errores y luego los tenía que corregir. Yo no cometo errores cuando escribo con la máquina eléctrica. Las teclas del ordenador son tan sensibles al tacto que uno suspira y, ya está, ha cometido un error. Qué quiere que le diga. Me gusta el papel... Adoro mi IBM eléctrica. Además, los ordenadores son diez veces más caros que las máquinas de escribir.
Pregunta -¿No cree, sin embargo, que son avances que nos pueden mejorar la vida?
Respuesta -Mire, ni Internet ni los ordenadores son malos en sí mismos, lo que sí puede ser malo es el uso que uno hace de ellos. Para mí, es la gente la que tiene que decir cuál es la función de la tecnología en su vida, cómo va a usarla... Mucho de esto está orientado al consumidor varón, al macho... Más grande o más joven, el hombre gusta de jugar con juguetes. Internet y los ordenadores son juguetes, pero fíjese que no les gustan a las mujeres, porque las mujeres tienen más sentido común para estas cosas. No se les ocurre perder el tiempo con estas cosas... No es la máquina la que es-cribe. Es esto... -señala su cabeza-, la mente.
Pregunta -Pero no se puede negar que Internet nos permite estar mejor comunicados...
Respuesta -Tenemos demasiadas comunicaciones, estamos demasiado comunicados. ¿Con cuánta gente quiere usted estar conectada? ¿Cuántos amigos de verdad tiene? ¿Cuatro? ¿Cinco? ¿Por qué se quiere estar en contacto con todo el mundo? Yo creo en el contacto humano.
Pregunta -¿Tampoco rescata la red como herramienta para investigar, para universidades, escuelas, bibliotecas?
Respuesta -Sí, para investigadores me parece fantástico. Pero el ciudadano medio no es investigador, para él no es de primera necesidad.
Pregunta -¿Cree que vamos hacia un mundo sin libros, como en "Fahrenheit", donde se quemaba todo lo escrito en papel?
Respuesta -Yo soy un loco de las bibliotecas, pero mi padre y mi madre las visitaban de vez en cuando. Tengo tres hijas que leen libros y otra que no lee nada. Que alguien me explique eso. ¿De dónde viene? ¿Está emparentada conmigo? Nuestra curiosidad por las cosas es un misterio y eso me hace tener esperanzas de que las bibliotecas no desaparecerán. Lo que pasa es que ahora estamos sometidos a un bombardeo tecnológico: ¡Oh, sí! Tengo que tener esto o aquello. Internet, un nuevo ordenador. ¡Cada día es Navidad!
Pregunta -¿Qué papel tiene la televisión en todo esto?
Respuesta -Mire, lo que los chicos ven por televisión depende de los padres. Hay canales buenos y canales malos. Pero son los padres los que deben asegurarse de que los chicos estén frente al canal correcto y no frente a uno lleno de noticias de violencia sexual, homicidios y accidentes.
Pregunta -Veo que da mucha importancia al entorno familiar...
Respuesta -Mucha. Seguramente usted, como yo, fue criada en una buena familia, y nuestro comportamiento depende de cómo intentemos complacer a nuestros padres. Si ellos son buenos ejemplos, antes de hacer algo uno se cuestionará si está bien o si está mal, según lo que ha aprendido de ellos, más allá de que estén vivos o muertos. Es positivo que uno tenga influencia de gente que aprecia.
Pregunta -¿Compraría un libro por Internet?
Respuesta -Si uno quiere comprar un libro clásico, uno de William Faulkner o de Ernest Hemingway, lo veo bien, sí. Uno sabe qué está comprando. Conoce esas obras, ya las ha visto. Pero si uno quiere comprar un libro nuevo, que no conoce, sería muy tonto recurrir a Internet. Uno tiene que ir a la librería, tomar el libro entre sus manos, leer la solapa, hojearlo...
Pregunta -A mucha gente le entusiasma poder hacer trámites desde casa...
Respuesta -Pero, ¿qué le pasa a la gente que no quiere salir de su casa?
Pregunta -¿Qué opina del e-mail?
Respuesta -Una pérdida de tiempo, un cotilleo. Si va a escribir, escriba una carta a mano o a máquina. O levante el teléfono y hable. O mande un fax. Si casi es tan rápido como el e-mail, apenas unos segundos más. Con mi hija que vive en Phoenix los fax van y vienen. Ella transcribe mis textos y los pasa por el fax. Yo hago las correcciones y le reenvío el material para que lo vuelva a mecanografiar. A veces le dicto cosas por teléfono.
Pregunta -Ordenadores, Internet, e-mail. ¿Es un proceso imparable?
Respuesta -No lo sé. Hace dos años hablé con un grupo de técnicos de la industria cinematográfica. Se proyectaron, antes de la charla, películas actuales de ciencia ficción. Advertí que son todo efectos especiales. No hay trama. Lo bombardean a uno con una explosión tras otra y lo hacen viajar por el espacio. Pero son fuegos de artificio. Maravillosos, sí, pero fuegos de artificio al fin.
Pregunta -¿Qué opina de la biotecnología y concretamente de la clonación?
Respuesta -Bueno, lo importante de la biotecnología es que por medio de ella se logre combatir y vencer enfermedades como el mal de Alzheimer. Eso sería extraordinario. Ahí es distinto, pero ¿la clonación de seres humanos porque sí, por repetir el modelo? No, en absoluto.
"En el futuro volveremos a la Luna y vamos a ir a Marte", afirma Ray Bradbury
Pregunta -¿Cómo imagina el futuro un escritor de ciencia ficción como usted?
Respuesta -Vamos a volver a la Luna, lo que es la mejor noticia, y también vamos a ir a Marte. Ojalá esté yo vivo para verlo. Me gustaría que el Gobierno se cuestionara por qué no volvimos a la Luna. No debimos haberla dejado nunca. Fue algo glorioso para nosotros. Aquella noche, cuando el hombre pisó la Luna, toda la gente en este país, en su país, en todo el mundo, levantó los ojos hacia el cielo, miró la Luna y dijo: ¡Oh Dios, lo logramos! Somos libres de la gravedad, libres de andar por el universo. Nuestro destino no es estar solamente aquí en la Tierra.-¿Cuál sería entonces?
Pregunta -¿Para qué hemos nacido?
Respuesta -Para mirar todo el universo, para celebrarlo. Es sencillamente pura energía deslumbrándonos desde el increíble cosmos. Tenemos que salir a examinarlo y colonizarlo.
Pregunta -¿Cuándo podría ocurrir eso?
Respuesta -Podríamos hacerlo mañana, podríamos empezar mañana. Deberíamos preparar el aterrizaje en Marte, deberíamos estar yendo ahora mismo. El problema es el de siempre... los políticos, los nuestros como los vuestros, son iguales en todas partes. Ellos no sueñan. No son románticos. No advierten que el universo es mucho más grande que esto.
Pregunta -¿Qué cree que estamos haciendo aquí?
Respuesta -Yo concluí que el universo y billones de estrellas y la Tierra están acá para que los veamos, para que seamos testigos, para conocer todo lo que se ha logrado. Yo fui desarrollado para ver ese misterio. Si no, no tendría sentido. Tenemos que cumplir nuestro destino y volver a la Luna, y a Marte, y expandirnos, expandirnos. George Bernard Shaw, en muchos de sus ensayos y obras de teatro, habla de esa voluntad oculta, ese misterio no desvelado de estar siempre en movimiento hacia alguna parte, para hacer algo que nos lleve a ese lugar. No sabemos bien por qué. Sólo nos mueve nuestra fe.
Pregunta -Conmueve su optimismo...
Respuesta -No, lo que soy es un individuo que trata de tener una línea de comportamiento óptima. Me gusta alentar a la gente a comportarse al máximo de sus posibilidades genéticas. Yo lo he hecho. No me quedé de brazos cruzados y sin hacer nada. De modo que al final del año, después de 365 días de creación, surge una sensación de optimismo, pero no es optimismo. Uno debe inventarse a sí mismo todos los días y no sentarse a ver cómo el mundo pasa allí delante, sin que uno participe.
Pregunta -¿Qué es la vida para usted?
Respuesta -La vida es un don y así debemos disfrutarla. Esta es una oportunidad gloriosa. Sólo estaremos aquí una vez. Tengo la oportunidad de escribir cada vez que siento que tengo un propósito. ¿Y cuál fue mi objetivo cuando escribí tal o cual artículo? Escribir el mejor artículo que se haya escrito hasta ese momento.
"El niño no debe usar el ordenador antes de saber leer"
Pregunta -¿Cree que, en parte, la televisión es responsable de que los chicos lean menos libros?
Respuesta -Todos estos inventos deberían llegar más bien tarde a la vida de los chicos. En Estados Unidos, el gran problema de la educación es que no estamos enseñando a los niños a leer y escribir intensamente. Por eso creo que los ordenadores no deberían estar permitidos antes de tener esos conocimientos.
Pregunta -¿Tan tarde?
Respuesta -Sí, deberíamos poner énfasis en enseñar a escribir y leer desde el parvulario hasta el primer grado, de tal modo que cuando el chico llega a los ocho años ya sabe leer y escribir correctamente. No se puede enseñar por ordenador. Algunos dicen que sí, pero yo pienso que no se puede. Si la televisión, Internet, el ordenador, llegan más tarde a las vidas de los chicos, habrá una generación sólida y fuerte. Esto depende de los maestros, como de los padres depende controlar que ellos lleven adelante ese proceso. Estamos creando una generación de chicos estúpidos. ¿Cree que este problema puede ser solucionado por un ordenador personal o una televisión? No, yo pienso que no, esto sólo puede cambiarlo un aula con lectura y escritura intensas.
Pregunta -¿Qué libros recomendaría a los jóvenes para empezar a leer?
Respuesta -Deberían empezar por los mitos griegos, la relación entre la raza humana y los dioses cuando estos bajaban a la Tierra. La enseñanza con metáfora, el tipo de relato que uno oyó o escuchó y jamás olvidará. También pueden comenzar por buenas tiras cómicas. Para las chicas, Nancy Drew, Stevenson, ciencia ficción, los míos... El secreto es no aburrir; es encontrar libros que a uno lo atrapen y lo vuelvan lector voraz.
Viste bermudas, camisa, corbata, calcetines blancos y zapatillas. Sobre su nariz fuerte están calzados los anteojos de siempre. El pelo, blanquísimo, como de cuento infantil; la cara, franca y tostada. En la mesa escritorio, frente a él, cientos de papeles, sobres, cartas, libros, diarios, anotaciones, un teléfono, una radio, pequeños carteles. La mirada le brilla; la voz, potente, se vuelve un susurro cuando se pregunta cómo nació el universo. Ríe con ganas y dice que tiene tres libros para publicar este año y tres el próximo; que acaba de terminar un guión para cine, dos novelas, dos libros de poesía y uno de ensayos.
Ocho meses después de un ataque de apoplejía y recién cumplidos los 80, Ray Bradbury se emociona cuando habla de la vida y de Marte. Esa vibración es lo que más impacta de su presencia, aunque una mirada atenta podría descubrir a su derecha el bastón con cuatro patas que le ayuda a superar cierta dificultad en la pierna y el brazo de ese lado. "Gracias a Dios camino mejor y puedo hablar bastante bien -dice-. Y puedo crear con mi mente. Mi cerebro está bien. No fue afectado. Mi genio, o lo que fuere, quedó a salvo. Gracias al cielo."
El celebérrimo autor de ciencia ficción, padre de "Crónicas marcianas" (escrito hace 50 años) y de "Fahrenheit 451" (que será puesta en escena en enero próximo en Nueva York), se muestra en entrevista muy crítico con el uso que se hace de las nuevas tecnologías, y no duda en calificar el correo electrónico de pérdida de tiempo y fuente de cotilleos.
Pregunta -¿Continúa sin ordenador?
Respuesta -No lo necesito, ni yo ni mucha gente. Depende, claro, de lo que uno haga. Hace 60 años que uso la máquina de escribir. Tengo tanto entrenamiento que puedo escribir sin errores, incluso puedo hacerlo en la oscuridad. Escribí una novela en la oscuridad una noche en París, mientras mi esposa Maggi dormía. Trabajé sin encender la luz. Cuando amaneció, había terminado la novela.
Pregunta -¿Nunca tuvo un ordenador personal?
Respuesta -Me regalaron uno hace cosa de diez años, pero cometía errores y luego los tenía que corregir. Yo no cometo errores cuando escribo con la máquina eléctrica. Las teclas del ordenador son tan sensibles al tacto que uno suspira y, ya está, ha cometido un error. Qué quiere que le diga. Me gusta el papel... Adoro mi IBM eléctrica. Además, los ordenadores son diez veces más caros que las máquinas de escribir.
Pregunta -¿No cree, sin embargo, que son avances que nos pueden mejorar la vida?
Respuesta -Mire, ni Internet ni los ordenadores son malos en sí mismos, lo que sí puede ser malo es el uso que uno hace de ellos. Para mí, es la gente la que tiene que decir cuál es la función de la tecnología en su vida, cómo va a usarla... Mucho de esto está orientado al consumidor varón, al macho... Más grande o más joven, el hombre gusta de jugar con juguetes. Internet y los ordenadores son juguetes, pero fíjese que no les gustan a las mujeres, porque las mujeres tienen más sentido común para estas cosas. No se les ocurre perder el tiempo con estas cosas... No es la máquina la que es-cribe. Es esto... -señala su cabeza-, la mente.
Pregunta -Pero no se puede negar que Internet nos permite estar mejor comunicados...
Respuesta -Tenemos demasiadas comunicaciones, estamos demasiado comunicados. ¿Con cuánta gente quiere usted estar conectada? ¿Cuántos amigos de verdad tiene? ¿Cuatro? ¿Cinco? ¿Por qué se quiere estar en contacto con todo el mundo? Yo creo en el contacto humano.
Pregunta -¿Tampoco rescata la red como herramienta para investigar, para universidades, escuelas, bibliotecas?
Respuesta -Sí, para investigadores me parece fantástico. Pero el ciudadano medio no es investigador, para él no es de primera necesidad.
Pregunta -¿Cree que vamos hacia un mundo sin libros, como en "Fahrenheit", donde se quemaba todo lo escrito en papel?
Respuesta -Yo soy un loco de las bibliotecas, pero mi padre y mi madre las visitaban de vez en cuando. Tengo tres hijas que leen libros y otra que no lee nada. Que alguien me explique eso. ¿De dónde viene? ¿Está emparentada conmigo? Nuestra curiosidad por las cosas es un misterio y eso me hace tener esperanzas de que las bibliotecas no desaparecerán. Lo que pasa es que ahora estamos sometidos a un bombardeo tecnológico: ¡Oh, sí! Tengo que tener esto o aquello. Internet, un nuevo ordenador. ¡Cada día es Navidad!
Pregunta -¿Qué papel tiene la televisión en todo esto?
Respuesta -Mire, lo que los chicos ven por televisión depende de los padres. Hay canales buenos y canales malos. Pero son los padres los que deben asegurarse de que los chicos estén frente al canal correcto y no frente a uno lleno de noticias de violencia sexual, homicidios y accidentes.
Pregunta -Veo que da mucha importancia al entorno familiar...
Respuesta -Mucha. Seguramente usted, como yo, fue criada en una buena familia, y nuestro comportamiento depende de cómo intentemos complacer a nuestros padres. Si ellos son buenos ejemplos, antes de hacer algo uno se cuestionará si está bien o si está mal, según lo que ha aprendido de ellos, más allá de que estén vivos o muertos. Es positivo que uno tenga influencia de gente que aprecia.
Pregunta -¿Compraría un libro por Internet?
Respuesta -Si uno quiere comprar un libro clásico, uno de William Faulkner o de Ernest Hemingway, lo veo bien, sí. Uno sabe qué está comprando. Conoce esas obras, ya las ha visto. Pero si uno quiere comprar un libro nuevo, que no conoce, sería muy tonto recurrir a Internet. Uno tiene que ir a la librería, tomar el libro entre sus manos, leer la solapa, hojearlo...
Pregunta -A mucha gente le entusiasma poder hacer trámites desde casa...
Respuesta -Pero, ¿qué le pasa a la gente que no quiere salir de su casa?
Pregunta -¿Qué opina del e-mail?
Respuesta -Una pérdida de tiempo, un cotilleo. Si va a escribir, escriba una carta a mano o a máquina. O levante el teléfono y hable. O mande un fax. Si casi es tan rápido como el e-mail, apenas unos segundos más. Con mi hija que vive en Phoenix los fax van y vienen. Ella transcribe mis textos y los pasa por el fax. Yo hago las correcciones y le reenvío el material para que lo vuelva a mecanografiar. A veces le dicto cosas por teléfono.
Pregunta -Ordenadores, Internet, e-mail. ¿Es un proceso imparable?
Respuesta -No lo sé. Hace dos años hablé con un grupo de técnicos de la industria cinematográfica. Se proyectaron, antes de la charla, películas actuales de ciencia ficción. Advertí que son todo efectos especiales. No hay trama. Lo bombardean a uno con una explosión tras otra y lo hacen viajar por el espacio. Pero son fuegos de artificio. Maravillosos, sí, pero fuegos de artificio al fin.
Pregunta -¿Qué opina de la biotecnología y concretamente de la clonación?
Respuesta -Bueno, lo importante de la biotecnología es que por medio de ella se logre combatir y vencer enfermedades como el mal de Alzheimer. Eso sería extraordinario. Ahí es distinto, pero ¿la clonación de seres humanos porque sí, por repetir el modelo? No, en absoluto.
"En el futuro volveremos a la Luna y vamos a ir a Marte", afirma Ray Bradbury
Pregunta -¿Cómo imagina el futuro un escritor de ciencia ficción como usted?
Respuesta -Vamos a volver a la Luna, lo que es la mejor noticia, y también vamos a ir a Marte. Ojalá esté yo vivo para verlo. Me gustaría que el Gobierno se cuestionara por qué no volvimos a la Luna. No debimos haberla dejado nunca. Fue algo glorioso para nosotros. Aquella noche, cuando el hombre pisó la Luna, toda la gente en este país, en su país, en todo el mundo, levantó los ojos hacia el cielo, miró la Luna y dijo: ¡Oh Dios, lo logramos! Somos libres de la gravedad, libres de andar por el universo. Nuestro destino no es estar solamente aquí en la Tierra.-¿Cuál sería entonces?
Pregunta -¿Para qué hemos nacido?
Respuesta -Para mirar todo el universo, para celebrarlo. Es sencillamente pura energía deslumbrándonos desde el increíble cosmos. Tenemos que salir a examinarlo y colonizarlo.
Pregunta -¿Cuándo podría ocurrir eso?
Respuesta -Podríamos hacerlo mañana, podríamos empezar mañana. Deberíamos preparar el aterrizaje en Marte, deberíamos estar yendo ahora mismo. El problema es el de siempre... los políticos, los nuestros como los vuestros, son iguales en todas partes. Ellos no sueñan. No son románticos. No advierten que el universo es mucho más grande que esto.
Pregunta -¿Qué cree que estamos haciendo aquí?
Respuesta -Yo concluí que el universo y billones de estrellas y la Tierra están acá para que los veamos, para que seamos testigos, para conocer todo lo que se ha logrado. Yo fui desarrollado para ver ese misterio. Si no, no tendría sentido. Tenemos que cumplir nuestro destino y volver a la Luna, y a Marte, y expandirnos, expandirnos. George Bernard Shaw, en muchos de sus ensayos y obras de teatro, habla de esa voluntad oculta, ese misterio no desvelado de estar siempre en movimiento hacia alguna parte, para hacer algo que nos lleve a ese lugar. No sabemos bien por qué. Sólo nos mueve nuestra fe.
Pregunta -Conmueve su optimismo...
Respuesta -No, lo que soy es un individuo que trata de tener una línea de comportamiento óptima. Me gusta alentar a la gente a comportarse al máximo de sus posibilidades genéticas. Yo lo he hecho. No me quedé de brazos cruzados y sin hacer nada. De modo que al final del año, después de 365 días de creación, surge una sensación de optimismo, pero no es optimismo. Uno debe inventarse a sí mismo todos los días y no sentarse a ver cómo el mundo pasa allí delante, sin que uno participe.
Pregunta -¿Qué es la vida para usted?
Respuesta -La vida es un don y así debemos disfrutarla. Esta es una oportunidad gloriosa. Sólo estaremos aquí una vez. Tengo la oportunidad de escribir cada vez que siento que tengo un propósito. ¿Y cuál fue mi objetivo cuando escribí tal o cual artículo? Escribir el mejor artículo que se haya escrito hasta ese momento.
"El niño no debe usar el ordenador antes de saber leer"
Pregunta -¿Cree que, en parte, la televisión es responsable de que los chicos lean menos libros?
Respuesta -Todos estos inventos deberían llegar más bien tarde a la vida de los chicos. En Estados Unidos, el gran problema de la educación es que no estamos enseñando a los niños a leer y escribir intensamente. Por eso creo que los ordenadores no deberían estar permitidos antes de tener esos conocimientos.
Pregunta -¿Tan tarde?
Respuesta -Sí, deberíamos poner énfasis en enseñar a escribir y leer desde el parvulario hasta el primer grado, de tal modo que cuando el chico llega a los ocho años ya sabe leer y escribir correctamente. No se puede enseñar por ordenador. Algunos dicen que sí, pero yo pienso que no se puede. Si la televisión, Internet, el ordenador, llegan más tarde a las vidas de los chicos, habrá una generación sólida y fuerte. Esto depende de los maestros, como de los padres depende controlar que ellos lleven adelante ese proceso. Estamos creando una generación de chicos estúpidos. ¿Cree que este problema puede ser solucionado por un ordenador personal o una televisión? No, yo pienso que no, esto sólo puede cambiarlo un aula con lectura y escritura intensas.
Pregunta -¿Qué libros recomendaría a los jóvenes para empezar a leer?
Respuesta -Deberían empezar por los mitos griegos, la relación entre la raza humana y los dioses cuando estos bajaban a la Tierra. La enseñanza con metáfora, el tipo de relato que uno oyó o escuchó y jamás olvidará. También pueden comenzar por buenas tiras cómicas. Para las chicas, Nancy Drew, Stevenson, ciencia ficción, los míos... El secreto es no aburrir; es encontrar libros que a uno lo atrapen y lo vuelvan lector voraz.
Publicado en el diario La Vanguardia el 27/08/2000
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