por Graciela Bonnet
“anotaré que se me ocurre ahora
que si mi padre, mi abuelo, Giordano y Maerbale procedieron conmigo con tan
encarnizada perversidad, fue porque acaso captaron desde el comienzo que yo era
distinto en esencia –distinto por torpes razones físicas, pero además por otras
mucho más altas, complejas e inaccesibles- al grupo hermoso y ceñudo que
formaban. Quizás había en torno de mí algo, un aire, un aura, una vibración que
no se puede alcanzar ni explicar y que flota, como un anuncio mágico, alrededor
de los elegidos, y presintieron, perplejos pero sin darse cuenta del origen de
la turbia desazón que experimentaban, que yo, Pier Francesco, -el niño bufón, el diminuto Vicino, como me
llamaba mi abuela, en recuerdo de su bisabuelo Vicino Orsini, primer señor de
Bomarzo- estaba señalado y reservado por la fatalidad para un destino
incomparable, infinitamente superior, por insólito, al que gobernaba sus vidas
triviales”
Bomarzo
Escribiré algo sobre Warhol. Andy Warhol, el creador
del arte pop. Para ello me referiré a las percepciones que he tenido a lo largo
de mis visitas al museo Warhol de la ciudad de Pittsburgh.
El museo Warhol de Pittsburgh es uno de los pocos
museos en el mundo dedicados a la obra de un solo autor; queda en la calle
Sanduski, y es un edificio de apariencia retro, como lo es casi todo en esta ciudad,
nostálgico y a la vez cargado de una atmósfera trágica.
Fachada del Museo Warhol |
La dirección del museo, en contraste con la
apariencia del edificio, se ha esforzado en mantener una tecnología
constantemente actualizada para la mejor presentación de las exposiciones, en
concordancia con el espíritu futurista que siempre demostró este creador. Así, grandes pantallas de proyección en las
paredes, circuito cerrado de televisión, una organización estricta de las
exposiciones que rotan permanentemente y hacen que el museo no pase un solo día
sin ser visitado por cientos de admiradores y fanáticos de la obra del artista,
siempre descubriendo novedosas propuestas en sus obras. Todos los trabajos de
Andy Warhol que se exponen pertenecen a la colección privada del museo y su valor
económico crece constantemente.
Cómo es que la obra de un autor que murió hace más
de treinta años puede ser renovada constantemente y sus seguidores pueden
descubrir nuevas propuestas en ella? No tengo una respuesta precisa, no podría
explicarlo siquiera. Tengo que aclarar en primer lugar que no soy experta de la
obra de Warhol, apenas soy una persona asombrada ante su talento y ante la
sugerencia de “algo más” que no puedo explicar. Por lo menos, Andy Warhol fue
un artista extraordinariamente prolífico. Además de dibujante y pintor, fue
fotógrafo y cineasta, productor de bandas de música, publicista y a lo largo de
los últimos treinta años de su vida, su momento más productivo, se mantuvo
relacionado con muchas personas, a las que influyó y se dejó influir hasta en
la manera de vestir. Warhol actuó como enlace entre
artistas e intelectuales, pero también entre aristócratas, homosexuales,
celebridades de Hollywood, drogadictos, modelos, bohemios y pintorescos personajes
urbanos.
No me referiré a la biografía del artista, porque no
añadiría nada, es muy conocida su historia, la fortaleza con que trabajó en la
creación y sustento del arte pop. Digo fortaleza por el hecho de provenir de
una circunstancia poco ventajosa, su niñez muy pobre, hijo de inmigrantes austrohúngaros de la región de Eslovaquia, su debilidad física producto de una penosa y larga enfermedad de la
infancia que lo llevó a estar postrado por bastante tiempo y a la
sobreprotección de su madre, Julia, que valoró y estimuló su capacidad
creativa.
Deseo relatar mis impresiones, ya que me interesa tanto el asunto de la imaginación y la memoria, el asunto de los sueños y de las realidades que podrían existir sin que lo constatemos, y sobre todo la persistencia de la memoria ante el paso irremediable del tiempo. Creo que este tema cae perfecto para esa perspectiva.
Andy Warhol niño |
Deseo relatar mis impresiones, ya que me interesa tanto el asunto de la imaginación y la memoria, el asunto de los sueños y de las realidades que podrían existir sin que lo constatemos, y sobre todo la persistencia de la memoria ante el paso irremediable del tiempo. Creo que este tema cae perfecto para esa perspectiva.
En estos días he leído noticias de unos científicos
que investigan sobre la teoría de los universos paralelos, otras realidades,
infinitas posibilidades para nuestro presente. Siento que vivimos sólo un
estrecho filo de lo que podría ser la realidad. Como si un solo rayo de luz
entrara por una ventana diminuta de la celda que habitamos, e iluminara una parte
de la pared. Nosotros sólo asumimos lo que está iluminado, pero a veces nos
chocamos con lo que no vemos e inmediatamente retrocedemos aterrados. Eso no
está ahí, insistimos.
Andy Warhol y el artista venezolano Rolando Peña, el príncipe negro en 1967. Fotografía de Marcelo Montealegre. |
Entro al museo por quinta vez en unos meses. Hay
siete pisos de arte pop, que incluyen obras pictóricas, películas y
fotografías. Incluso hay un salón con una cámara filmadora fija, antigua, que
el visitante puede accionar y hacer una película al estilo Warhol, de su propio
rostro impávido, mirando directo a la cámara. La película dura tres minutos, tiempo
suficiente como para que el visitante no pueda aguantar con el mismo gesto en
la cara. Pienso en los millones de personas del mundo que viven fotografiándose
permanentemente. Eso es un acto automático que se reproduce a cada instante. La
costumbre es de reciente data y se corresponde con la proliferación de las
posibilidades de poseer un aparato fotográfico propio, que a la vez está conectado
a una base social en permanente uso, de modo que las fotografías son enviadas
de manera instantánea al espacio y entran a formar parte de la red alucinante.
La coincidencia con este artefacto de los años 60
preparado como una parodia de lo que vendría cincuenta años después, es más que
inquietante.
Interior del Museo Warhol |
Entro a otra sala, en ésta hay multitud de pantallas
transmitiendo videos, diferentes videos en cada pantalla, pero todas están
encendidas en el mismo salón en penumbras. La primera sensación que tengo es la
de la vida nuestra en la actualidad, pendiente de una pantalla, de la computadora, de
los anuncios móviles en la calle, del teléfono, del cajero del banco. El
visitante puede sentarse frente a una de ellas y quedarse un rato mirando pasar
una entrevista, una escena de la vida, conversaciones o sólo imágenes.
En el salón del lado, también en penumbras, se proyectan varios videos en las paredes, son de mayor formato que los del salón anterior. En uno veo un hombre dormido, es bastante famoso este video. Warhol grabó el sueño profundo de John Giorno, su boyfriend. Este video tiene una duración de cinco horas, y está compuesto por varias filmaciones de distintos momentos del sueño de Giorno. Si uno quiere, puede quedarse mirando a esta persona dormir, su respiración tranquila, en algún momento gira su cuerpo entre las sábanas y se acomoda en otra posición y continua respirando calmadamente. Nada más ocurre. El visitante se cansa y se va. Otro video silente muestra a Rodolfo Valentino bailando, cantando y recitando algún parlamento, pero no escuchamos nada. Un travesti de espesa cabellera rubia se come un plátano lentamente, su mirada intensa me remite no sé por qué a la primera mujer en el universo. Aunque no está expuesto en el museo, me han contado que existe un video del Empire State que dura ocho horas y donde no ocurre absolutamente nada, en apariencia. Warhol dispuso la cámara a los pies del edificio y la dejó rodar durante ocho horas. Se ve el cambio del día a la noche y los pájaros pasar y algunas sombras que van corriendo. Esto me recordó la escena que aparece en la película “Smoke” basada en el cuento de navidad, de Paul Auster.
Fotogramas de John Giorno en Sleep |
En el salón del lado, también en penumbras, se proyectan varios videos en las paredes, son de mayor formato que los del salón anterior. En uno veo un hombre dormido, es bastante famoso este video. Warhol grabó el sueño profundo de John Giorno, su boyfriend. Este video tiene una duración de cinco horas, y está compuesto por varias filmaciones de distintos momentos del sueño de Giorno. Si uno quiere, puede quedarse mirando a esta persona dormir, su respiración tranquila, en algún momento gira su cuerpo entre las sábanas y se acomoda en otra posición y continua respirando calmadamente. Nada más ocurre. El visitante se cansa y se va. Otro video silente muestra a Rodolfo Valentino bailando, cantando y recitando algún parlamento, pero no escuchamos nada. Un travesti de espesa cabellera rubia se come un plátano lentamente, su mirada intensa me remite no sé por qué a la primera mujer en el universo. Aunque no está expuesto en el museo, me han contado que existe un video del Empire State que dura ocho horas y donde no ocurre absolutamente nada, en apariencia. Warhol dispuso la cámara a los pies del edificio y la dejó rodar durante ocho horas. Se ve el cambio del día a la noche y los pájaros pasar y algunas sombras que van corriendo. Esto me recordó la escena que aparece en la película “Smoke” basada en el cuento de navidad, de Paul Auster.
Comienzo a pensar en torno a la idea de que Warhol
de alguna manera sabía ya en aquella época, lo que ocurriría ahora, tantos años
después. No es tan absurdo como parece. Me encuentro con señales de esto a cada
paso. Hay una puerta abierta que no parece conducir a un salón de exposiciones,
pero me meto allí de todas formas. Es una salita pequeña con paredes de vidrio.
No hay nada en la sala, pero detrás de los vidrios hay muchísimas torres hechas
de cajas de cartón. Son muchísimas, cientos de ellas. Cajas rectangulares, numeradas
y cerradas. Siento un leve mareo, una especie de vértigo. He escuchado que
Warhol guardaba compulsivamente todo lo que lo rodeaba, cualquier cosa,
monedas, llaves, entradas al teatro, dinero, telas, tarjetas, trozos de libros,
dinero, comida, zapatos. Estas cajas contienen esos tesoros. El les llamó
“Cápsulas del Tiempo¨, qué nombre perturbador. Comenzó con esto cuando su mudanza del primer
edificio de The Factory, en Nueva York, en los años 70. Se han contabilizado
600 de estas cajas, muchas de ellas permanecen cerradas. He sabido que la gente
del museo periódicamente abre al azar alguna de estas cajas y expone su contenido
en vitrinas horizontales. Nunca se sabe lo que encontrarán al abrir una caja de
éstas, es una aventura emocionante. Por qué? En la respuesta está uno de los
conceptos warholianos del arte. Cualquier objeto que nos rodea puede ser arte,
puede ser creación y sobre todo puede contener el significado de una época. La
reproducción repetitiva de la imagen de un mismo objeto es precisamente la
materialización de las imágenes que vemos constantemente frente a nuestros ojos
a estas alturas de la civilización, y de la manera en que nos hemos organizado
en ciudades. En la televisión, en el cine, en la calle, en el supermercado, en
las tiendas, en las bases de comunicación social que han pasado a ser parte
fundamental de nuestra vida. Nuestra realidad se ha ido convirtiendo en los
últimos años en una pieza de Andy Warhol. Me refiero a la velocidad con que
vivimos, la mutación constante de ideas, posiciones ante el arte, la política,
la filosofía, la vida, el cambio de actitudes, de rostros, de manera de
comportarnos física y personalmente. Quiénes somos? Habitantes fugaces, a los
que poco importa lo que les rodee, todo pasa casi simultáneamente para
retenerlo o al menos percibirlo.
Tal vez este es el sentido por el cual Warhol atesoró tantos objetos fugaces. Tal vez en el objeto permanezca el momento. Un objeto podría contener en su materia las sensaciones y sentimientos de ese instante efímero.
The Velvet Underground, Lou Reed, Nico y Warhol |
Tal vez este es el sentido por el cual Warhol atesoró tantos objetos fugaces. Tal vez en el objeto permanezca el momento. Un objeto podría contener en su materia las sensaciones y sentimientos de ese instante efímero.
En uno de los salones veo algunos de sus primeros
dibujos. El trazo preciso de unos dedos sobre un piano, una cabeza apretada
entre las manos crispadas. Esos dibujos fueron hechos por un creador innato,
lleno de talento.
En los pasillos hay portadas de la revista
Interview, con vertiginosos rostros de celebridades del cine y la moda. Muchos
retratos en screen multiplican la mirada de estos íconos. Me explica una gallery atendant de cabello intensamente rojo, que Warhol
anunció en 1963 que abandonaba la pintura y el dibujo para dedicarse
exclusivamente a la fotografía y a la filmación. Supongo que pudo haberse
obsesionado con la idea de que cualquier objeto o vista por más fija que la
veamos, en realidad está en movimiento, y está compuesta por muchas imágenes
idénticas a si misma, con ligerísimas modificaciones en el tono o en la luz.
Tal vez Warhol veía la vida así, como una secuencia de filmación. Elvis Presley se multiplica en blanco y negro,
vestido de vaquero, en las paredes. Originalmente estos Elvis eran 22, pero la
galería donde serían expuestos no disponía de una pared lo suficientemente
larga como para poner la obra completa. De modo que el artista redujo el número
de Elvis a 11, que son los que originalmente están expuestos en el museo. Como
dato adicional, recientemente esta obra fue valorada en ciento cincuenta
millones de dólares.
Hay unos videos de The Velvet Underground,
la banda de música rock que él produjo, y cuyos cantantes eran Lou Reed y Nico.
Imágenes en movimiento de gente que
seguramente habrá muerto y sus células estarán disgregadas en el universo, como
las del mismo Warhol. Objetos sencillos, sin ningún valor aparente, los de uso
constante y presente en todas las vidas de todas las personas de este
continente. Repetición y presencia. En resumen, la vida. Me cuentan también que
Warhol filmaba todo lo que lo rodeaba, guardaba todo objeto presente, y que su
obsesión por la técnica screen estaba basada, según su propia explicación, en
el propósito de reflejar a la sociedad norteamericana de los años 60, 70 y 80.
Treinta años de trabajo intenso. Aunque anunció su retiro de la pintura y el
dibujo, eventualmente lo retomó también para completar el retrato de la
sociedad contemporánea, objetivo que constituyó su pasión y el propósito de
toda su carrera.
A la salida me siento aturdida, y con deseos de
llorar y de agradecer ante una fotografía que lo muestra mirándonos fijamente. Esto
vertiginoso es porque he llegado al convencimiento de que Warhol encontró, de
alguna manera, el modo de permanecer
registrando la vida por siempre. Esta breve reseña deja por fuera muchísimas
cosas importantes que hay que decir, sin embargo, insisto en que es sólo una
impresión fugaz de una visitante asombrada.
The Andy Warhol Museum
La individualidad que conocemos como Andy Warhol
murió en 1987 a los 58 años, por complicaciones tras una sencilla operación de
vesícula. Había sobrevivido a enfermedades más graves y a los disparos que una
ex colaboradora le efectuó a quemarropa en 1968.
Afortunadamente para nosotros, vivió el tiempo
suficiente para dejar una obra que se reinventa a si misma constantemente.
“antes de que me disparasen, siempre pensé
que estaba un poco más para allá que para acá. Siempre sospeché que estaba
viendo la tele en vez de vivir la vida”
Graciela Bonnet
Nació en Córdoba, Argentina, en 1958. Es Licenciada en Letras por la Universidad Central de Venezuela (1984). Ha trabajado 25 años como correctora de pruebas y supervisora de ediciones por contrato para todas las editoriales venezolanas, entre ellas Monte Avila, Planeta, Biblioteca Ayacucho, ediciones de la Casa de la Poesía, Pomaire, Eclepsidra, Santillana, Editorial Pequeña Venecia, La Liebre Libre. Experiencia de tres años como redactora free lance para una editorial de libros de autoayuda. Escritora fantasma (sin firma) realizó investigaciones para crear libros, novelas, tesis y monografías.Es dibujante amateur. En 1997 el grupo editorial Eclepsidra publicó su poemario "En Caso de que Todo Falle." En 2013 editorial Lector Cómplice editó "Libretas Doradas, Lápices de Carbón" En el año 2000 participó del encuentro de Mujeres Poetas en Cereté, Colombia.
Y su blog es: Graciela Bonnet Vertiente Recíproca
Actualizada el 12/12/2023
Excelente lucido articulo de Graciela Bonnet, la felicito y los felicito por publicar siempre textos de gran calidad e interés....................PD, gracias por publicar la foto donde estoy con Andy, saludos R.P.
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